10. Analiza la función del Rey en la antigua Roma, y considera en tu opinión si es un modo de gobernar en la actualidad. Yo creo que no, por que como se conoce todo aquello fue en épocas medievales donde las situaciones son muy diferentes a comparación de ahora que vivimos en una época más moderna; después de todo la mayoría de los gobiernos actuales se basaron un poco en la forma de gobernar que se tenía antes esta bien o esta mal? respondan correctamente pliss si esta mal diganme que pongo plis
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Respuesta:
En Italia, la vida romana también tenía aspectos que nos resultan familiares. Vivir en una capital con un millón de habitantes, la mayor aglomeración urbana en Occidente hasta el siglo XIX, planteaba problemas que nos resultan conocidos: desde la congestión del tráfico (una ley intentó impedir que circularan vehículos pesados por la ciudad durante el día y, como consecuencia, la noche se llenó de un ruido espantoso), hasta problemas rudimentarios de urbanismo (¿qué altura debía autorizarse para los edificios de pisos, y en qué materiales debían construirse para que no fueran presa del fuego?). Por su parte, las clases políticas tenían todo tipo de preocupaciones. Hubo infinitas e inútiles leyes para evitar que los funcionarios se llenaran los bolsillos con dinero público. Hasta Marco Tulio Cicerón, político, poeta, filósofo y bromista, de reconocida honradez, dejó un puesto en el extranjero con una pequeña fortuna en la maleta; por lo visto había ahorrado mucho dinero de sus dietas.
También había debates interminables sobre el reparto de cereal gratis o subvencionado a los ciudadanos que vivían en la capital. ¿Era un uso apropiado de los recursos del Estado y un precedente del que enorgullecerse, la primera vez en Occidente que un Estado había decidido garantizar la subsistencia básica a muchos de sus ciudadanos? ¿O era una forma de estimular la holgazanería y una extravagancia que las arcas del Estado no podían permitirse? Una vez descubrieron a un rico conservador romano haciendo cola para recoger su ración, que había criticado con vehemencia y que, desde luego, no le hacía ninguna falta. Cuando le preguntaron el motivo, respondió: “Si habéis decidido repartir las propiedades del Estado, yo no me voy a quedar sin lo que me corresponde”. No es una lógica muy diferente a la del millonario moderno que reclama su licencia de televisión o su abono de transporte gratuitos.
Explicación:
se me vino a ala mente esto okey