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El otoño es tiempo de setas, y los rebozuelos (Cantharellus Cibarius) son setas comestibles fáciles de encontrar cerca de los robles o encinas que según la zona geográfica en la que se encuentren también se pueden llamar chantarela, anacate, trompeta amarilla o camagroc. Tiene forma de embudo con el pie y el sombrero poco diferenciados. Su carne es firme y su olor tiene un punto dulce e intenso.
Las setas apenas tienen grasas y sí un montón de minerales y vitaminas beneficiosos para nuestro organismo. Su composición las convierten en un auténtico tesoro nutritivo y para las personas vegetarianas, las setas representan una buena fuente proteica. Por todo ello, la OMS recomienda su consumo.
El rebozuelo es una seta maciza, que va del amarillo dorado o anaranjado hasta el marrón claro. Además de tomarse fresco, podemos encontrar el rebozuelo deshidratado o en conserva. Es excelente para preparar guisos, estofados, y salsas, ya sean de carne o pescado.
Respuesta:
Los hongos son heterótrofos, precisan compuestos orgánicos que contengan carbono como fuente de energía, son aerobios o anaerobios facultativos y, la mayoría de ellos viven como saprofitos en el suelo y agua. Para la identificación de levaduras se recurre a pruebas bioquímicas similares a las que se utilizan para las bacterias, sin embargo, los mohos se identifican en base a su aspecto físico, lo que incluye las características de las colonias y la formación de esporas. Las colonias de mohos se describen como estructuras vegetativas porque están compuestas de células implicadas en el catabolismo y en el crecimiento. Los hongos suelen reproducirse por esporas. Las levaduras son hongos unicelulares no filamentosos, con una morfología característica esférica u ovalada. La mayoría de las levaduras forman colonias de organismos unicelulares y la colonia crece a medida que aumenta el número de levaduras. Este aumento suele ocurrir por gemación.
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