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Jasy-Jatere ("fragmento de la luna"), fue el cuarto hijo de Taú (espíritu del mal) y de Keraná (diosa del sueño).
Jasy-JatereSe lo considera el Cupido guaraní, portador de la fecundidad.
Es un niño hermoso, pequeño, desnudo, de cabellos dorados y ondulados, portador de un bastoncillo de oro, a modo de vara mágica, fuente de su poder mágico de atracción, que nunca abandona, y de un silbato con el que imita el canto de un pájaro.
Se cree que vive en huecos de troncos de grandes árboles del bosque. Jasy Jatere anda suelto durante la siesta, especialmente en la época del avatiky (maíz tierno) que gusta comer.
Protector de las abejas y del ka'a-ruvichá o yerba hechicera. Cuando como muestra de afecto besa a un chico en la boca, éste se vuelve tonto y mudo, y entonces lo abandona. Se dice captura a los niños para llevarlos a su hermano caníbal Aó-Aó.
Para ganar la amistad de Jasy Jatere la gente acostumbra dejar tabaco en los alrededores de su casa o en las sendas de entradas al bosque.
Cuando Jasy Jatere pierde su bastoncillo y su silbato se vuelve inofensivo, porque perdió su magia. Se cree que una manera de apoderarse de esos símbolos de su poder, es embriagándolo, ya que es afecto a la bebida.