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Los respiradores son un elemento esencial estos días. Un recurso de vida para las UCI de todo el mundo contra el coronavirus. Escasean, de ahí que actores que se dedican a otras actividades se hayan reconvertido para su fabricación. Es el caso de Seat en España o GM, Tesla y Ford en EEUU. Todas gigantes en su sector que contrastan con la iniciativa surgida en Afganistán encabezada por un grupo de chicas entre 14 y 17 años que van a fabricar respiradores con, entre otros componentes, piezas de Toyota Corolla usados.bonocidas como las Afghan Dreamers, quienes ganaron popularidad en 2017 cuando se les negaron en primera instancia los visados para ir a EEUU a una competición de robótica. Donald Trump intervino para facilitar su viaje, denegado inicialmente por Embajada de EEUU en Kabul, la capital afgana. Consiguieron un premio al mérito por su robot que distingue agua contaminada de potable.
Las Afghan Dreamers están patrocinadas por Roya Mahboob, una emprendedora y empresaria local, considerada como una de las mujeres más influyentes del país. En el historial de este grupo hay otros inventos útiles como un dron que ayuda en la minería o un robot que ayuda en la recolección del azafrán. Son un ejemplo para el resto de afganas. Sólo el 40% están alfabetizadas.
Las adolescentes trabajan actualmente en dos prototipos después de un llamamiento hecho por el gobernador de la provincia de Herat, una de las más afectadas por la pandemia del coronavirus. Según datos oficiales, en Afganistán hay 840 casos confirmados, 54 curados y 30 fallecidos. Aunque podrían ser muchos más por el reducido número de equipos de protección y la escasez de pruebas para detectar positivos. Según cifras del ministerio de Sanidad existen apenas 300 respiradores para un total de 35 millones de habitantes.
El primero de los prototipos en los que trabajan las Afghan Dreamers está basado en un diseño del MIT que utiliza bolsas Ambu, las que se utilizan en los hospitales para suministrar aire a pacientes pero de modo manual. Costaría 200 euros por los 300 en los que valoran el segundo, fabricando con piezas de un motor y batería de Corolla antiguos, de largo el coche más popular en el país. Este modelo, ya de por sí el más vendido de la historia en sus sucesivas generaciones, es para los habitantes de Afganistán una opción barata y dura para sus carreteras bacheadas y perforadas por el impacto de la guerra.
En ambos casos las jóvenes han de recurrir a materiales locales, lo que dificulta su misión más si cabe en un país que también ha echado el cerrojo para evitar la propagación del virus. Además, sus padres se preocupan cuando salen de casa para trabajar en grupo. Temen al coronavirus, pero aún así les permiten estar un par de horas juntas al día. La idea es que estos respiradores sean una última opción si los certificados u oficiales no permiten responder a la demanda.