Todo comienza en pleno centro de la ciudad de Bogotá entre la carrera 7 y la avenida Jiménez de Quezada, yo Jorge Eliecer Gaitán me encontraba dispuesto a salir a un almuerzo con amigos para celebrar el triunfo de un juicio, cuando me dirigía hacia nuestro punto de encuentro acompañado de dos de mis más cercanos amigos Plinio Mendoza Neira y Pedro Eliseo Cruz, entre la gente y de manera confusa vi llegar a mí la muerte, su rostro es una incógnita, pero su voz sin duda fueron 3 disparos impactados en mi cabeza, que de manera definitiva lograron que mi alma dejara mi cuerpo. En ese mismo instante y como si fuera una licencia divina lo único que escuchaba era “cójanlo, él fue quien asesino al doctor Gaitán”, cuando dirigí la mirada hacia el lugar de donde provenían las voces, quede estupefacto era una muchedumbre atestada intentando sacar a un hombre de vestimenta algo desgastada de tonalidad café, que se encontraba custodiado por policías al interior de la Farmacia Nueva Granada, a pesar de dicha custodia, la turba enardecida logro su cometido, las puertas de la farmacia fueron abiertas y aquel hombre llamado Juan Roa Sierra fue linchado de la manera más desgarradora posible, fue golpeado incesantemente y arrastrado por toda la carrera séptima hasta llegar con su cuerpo irreconocible y despojado de ropas hasta la plaza de Bolívar. Aunque mi cuerpo estaba en la Clínica Central intentando ser revivido, mi alma estaba presenciando aquella Insurrección popular que no era más que una horda de gente que incrementaba “la descomposición social”, al menos eso pensaban las clases dirigentes y la oligarquía del país, cuando lo que en verdad estaba sucediendo era el episodio histórico de sublevación popular más relevante de nuestro siglo, al que luego llamarían el Bogotazo y en el que las gentes del común, hartas de la desigualdad social y de la violencia que azotaba a Colombia por más de 30 años atrás no aguantaron más y decidieron tomar por sus manos la justicia de mi muerte, pero lo que en verdad más allá de la venganza lo que estaban haciendo las gentes del común, era dando una señal a las clases dirigentes del disgusto del pueblo. Y como excusa se tomó mi figura, ya que en mi ejercicio político representaba para las clases sociales más bajas una esperanza de igualdad y prosperidad para las mismas; justo en ese instante vino a mi mente aquella Oración por la Paz en la que le dije a Ospina Pérez: "... Señor Presidente: os pedimos cosa sencilla para la cual están de más los discursos. Os pedimos que cese la persecución de las autoridades y así os lo pide esta inmensa muchedumbre. Os pedimos pequeña y grande cosa: que las luchas políticas se desarrollen por cauces de constitucionalidad. Os pedimos que no creáis que nuestra tranquilidad, esta impresionante tranquilidad, es cobardía. Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes: somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este piso sagrado. Pero somos capaces, señor Presidente, de sacrificar nuestras vidas para salvar la tranquilidad y la paz y la libertad de Colombia…" Si, el Bogotazo episodio en el que especialmente el centro de la ciudad de Bogotá quedo destruido, con sus casas, trolis, vehículos, taxis, negocios… en fin, todos ellos quemados, en ruinas y desmantelados, fue el acto en el la muchedumbre demostró el cansancio por la violencia y pobreza que azotaba nuestro país, y mi muerte no fue más que la gota que rebasó el vaso ya que en mi figura de manera cierta o incierta descansaba la fe y la esperanza por el cambio social político y económico de un país sumido en el hambre y la miseria, con mi alma desvaneciéndose entre tanto dolor y desesperación no me queda más que descansar, no sé si en paz, pero al menos si con el anhelo de que aquel pueblo que creyó en los ideales de igualdad, libertad, solidaridad y respeto sigan luchando por ellos y no cesen hasta que lo logren, ese en verdad sería el más grande agradecimiento que recibiría y parar de una vez por todas la violencia que solo seguirá trayendo tristeza, desolación y muertos, esa es la misión para los más jóvenes, siempre persigan sus ideales hasta que se hagan realidad. Ya mi voz se acalla quisiera decir muchas cosas más sin embargo lo más importante es que nunca olviden que la nueva historia quedara en sus manos. ACTIVIDAD 1. A partir del texto Revuelta del 9 de abril de 1948.El Bogotazo, resuelva los siguientes puntos y ubique las palabras en el crucigrama. 1H. Protagonista del texto. 1V. episodio histórico relevante 2H. En manos de quién quedara la nueva historia. 2V. Lo que representaba la figura política de Gaitán 3H. motivo de la oración. 3V. sinónimo de multitud 4H. Transporte publico individual de la época 4V. Siglo en el que se dio el Bogotazo. 5V. Transporte público masivo de la época.
andreydiaz2007:
ESTO ES LA LECTURA Y ES RESOLVER EL CRUSIGRAMA PERO ME PUEDEN AYUDAR DICIENDOME CADA UNA Y YO LO ESCRIBO
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hola eres el de 1892
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No enti-endo tu pregunta.
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Pero gracias por los punto.
Lo siento si no te respondí como se debe, pero de verdad necesito los puntos ?.
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