¿Existe el bien?¿Existe el mal? ¿Qué define lo que esta bien o mal?
Para llegar al concepto útil de lo bueno y lo malo hay que eliminar lo absoluto.
Entonces ¿Siempre va a existir alguien que vea determinados actos malos como buenos y por ello hay que permitirlos?
ESPERO QUE ESTO TE HAYA SERVIDO.
Respuestas
¿Existe el bien y el mal?
Sería inútil gastar muchas palabras intentado justificar que no existen el bien y el mal absolutos, que dependen del punto de vista del que juzga.
Vivimos en un mundo con diversas culturas, y las costumbres, ideologías y creencias varían de los sujetos de una a otra, de ahí el concepto antropológico de relativismo cultural, incluso muchas de las sociedades, como la nuestra, no son homogéneas, hay multitud de opiniones diferentes conviviendo.
También es cierto que pese a creer en lo anteriormente dicho actualmente se suelen caer en dos fallos muy comunes por los que creemos en nuestros conceptos por encima de ningún otro:
-Absolutizar nuestras creencias pensando que los demás opinan como nosotros.
-Creer que para estar adaptado a una sociedad hay que adoptar obligatoriamente sus creencias morales.
Respuesta:
El bien y el mal, que son objeto del apetito sensitivo, pueden ofrecerse a éste, o simplemente bajo la razón de bien o de mal, o bajo la razón de bien y mal difíciles de conseguir o de evitar. De aquí la división que hacían los Escolásticos del apetito sensitivo, en apetito concupiscible y apetito irascible. El primero dice relación al bien o mal sensibles en sí mismos, secundum se, y prescindiendo de la dificultad de alcanzarlo o evitarlo: el segundo se refiere a los bienes o males en cuanto van acompañados de dificultad, sub ratione ardui.
Explicación:
La experiencia interna nos enseña que cuando percibimos o conocemos algún objeto como bueno o conveniente para nosotros, este conocimiento excita en nuestro interior una especie de tendencia o movimiento de inclinación hacia dicho objeto, y que por el contrario, resulta un movimiento de aversión o apartamiento, cuando aprendemos o conocemos algún objeto como contrario o malo. Esta facultad [258] que tiene el alma de inclinarse y tender hacia el objeto bueno y de apartarse o rehuir del objeto malo o contrario, constituye la facultad apetitiva y también afectiva; porque su fuerza propia se manifiesta y funciona por medio de movimientos o actos afectivos, y no por actos cognoscitivos, cuya existencia presupone naturalmente, como condición necesaria y hasta como regla y medida de sus funciones: porque la experiencia y observación psicológica demuestran que el movimiento afectivo resultante en el alma, está en relación y proporción con el objeto conocido y con el modo con que es conocido.