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Respuesta:
Fue que un tal señor Morales
Para atender a su gente
Pidió un florero prestado
A un tal González Llorente.
González que era tendero
De procedencia española
Y se puso de grosero
Que hasta le dijo mamola
Apenas había dicho
Aquella y otra indecencia
Morales se puso chicho
Y empezó la efervescencia.
Morales sacó la mano
Y le aseguró a Llorente
Un puño tan soberano
Que alcanzó a volarle un diente.
Morales que era más diestro
No quiso dejarlo muerto
Pero si de un tiestazo
Le dejó el cabildo abierto
De pronto gritó alguno
Allá en el tierrero
Mueran todos, viva mijo
Que es el dueño del florero.
Entonces venía llegando
Gente y gente por montones
Y todos venían gritando
¡Qué mueran los chapetones!
La gente muy exaltada
Rompió acuerdos y vitrinas
Y los decretos pegados
Por España en las esquinas.
Al fin llegó un policía
Diciendo tengan paciencia
Pero la gente gritaba:
¡Qué viva la Independencia!
Y aunque el frío era tremendo
Este alentó con furor
La gente estaba sintiendo
Efervescencia y calor.
Y en medio de aquel enredo
Gritó de pronto alguno:
Queremos que hable Acevedo
Acevedo el Tribuno.
Por eso se dirigieron
Al cabildo con premura
Y en un momento le abrieron
Para que hubiera mesura
Y Acevedo muy contento
Les dijo con elocuencia
No pierdan este momento
De calor y efervescencia