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Respuesta:
a pagar la cuota mínima de la tarjeta de crédito y ha recibido notificaciones del banco por pagos atrasados, tenga cuidado, usted padece de un exceso de endeudamiento.
Este diagnóstico se desprende de la publicación del Banco Central (BCU) en su portal Usuario Financiero, la cual enumera siete síntomas que indican un pronunciado saldo negativo en la economía de una persona.
Además de las señales ya mencionadas se suman el no saber exactamente cuánto dinero se debe; pedir un préstamo para pagar otro; recurrir a un aval de un pariente para poder obtener crédito; y no tener un fondo de emergencia para imprevistos.
En la actualidad, el nivel de endeudamiento de las familias en relación a sus ingresos ronda el 27%, según información del BCU, que considera los préstamos con bancos, administradoras de crédito y créditos hipotecarios.
Si bien no ha habido subas sustanciales en el último tiempo (hace tres años estaba en un 23%), es recomendable considerar estos aspectos para no entrar en una rosca de la que luego cuesta salir.
Una de las razones que explican el "bajo" nivel de deuda es que los créditos hipotecarios tuvieron un menor desarrollo relativo en Uruguay, pese a que crecieron sustancialmente en los últimos años, aseguró a El País el economista Alejandro Cavallo, de la consultora Equipos.
"Un desarrollo fuerte de los créditos hipotecarios llevaría a un aumento en ese indicador a niveles más cercanos a los de otros países", continúo Cavallo.
Por su parte, el contador y asesor bancario Nelson Chicurel matizó el significado de sobreendeudamiento que entienden los bancos y entidades financieras con el que puede tener el resto de la población. Para el primer grupo, los uruguayos no están endeudados, ya que los comparan con los ciudadanos de países desarrollados, donde se toman créditos hipotecarios a 30, 40 o 50 años y varios leasing de vehículos.
"Uno alquila un auto, quizá un Mercedes Benz, por US$ 500 mensuales. En definitiva está endeudado, porque el valor del auto final es muy alto", puntualizó.
Al margen de esto, en su opinión, el uruguayo está muy endeudado por dos vías: en el corto plazo y en la tasa de interés.
Esto quiere decir que a corto plazo tiene muchas cuentas que pagar, pero la cifra no es muy significativa en el ingreso anual. Una de las salidas más recurrentes en esta situación es la de solicitar otro préstamo para refinanciar la deuda. "Eso lo vemos en la publicidad de Cash: Vía de refinanciación", ejemplificó el experto.
Por otro lado, la tasa de intereses de los países desarrollados ronda el 20% mientras que acá la tasa promedio es del 96% para pagos no automáticos, según los últimos datos disponibles del BCU. Por lo tanto, el monto a pagar puede llegar a ser muy significativo.
Síntoma.
Una de las características que suelen compartir los deudores es que tienen más de un crédito en la misma o en distintas instituciones. Cavallo sostiene que hay un alto porcentaje de personas que adquieren dos o más créditos al consumo a la vez y que esta cifra aumenta en los clientes de las entidades financieras no bancarias (EFNB).
El economista precisó una diferenciación en cuanto al momento del ciclo de vida o del nivel socioeconómico de la persona. Por ejemplo, la cantidad de créditos promedio es mayor en los hogares compuestos por una pareja con hijos a cargo con respecto a las que no los tienen.
El hacer uso de más préstamos es el resultado de sacar uno para costear otro. "De hecho, al menos 1 de cada 5 créditos al consumo se saca para pagar otros préstamos o cuentas de servicios del hogar. Estos casos —con muchos créditos y que lo sacan para pagar otros— son los que presentan mayores dificultades", afirmó el economista de Equipos.
Para quienes forman parte de este tipo de deudores, Cavallo recomienda tratar de sacar un préstamo más grande, con un costo más bajo y/o a un plazo más largo, que permita cancelar varios de los créditos que tienen altos intereses.
Por otro lado, buscar acceder a distintas categorías de bienes con diferentes medios de pago. Por ejemplo, reservar el uso de créditos al consumo y de la financiación de tarjetas de crédito para los bienes de peso en el presupuesto del hogar y que se hacen en forma esporádica (como bienes durables o semidurables). Es decir, evitar utilizar crédito o tarjetas de crédito para gastos corrientes, como cuentas, alimentos, entre otros, e intentar costear este tipo de bienes con efectivo o tarjeta de débito, recomendó el economista de Equipos.
Explicación:
que te sirva