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Respuesta:
El baloncesto, basquetbol o básquetbol (del inglés basketball; de basket, 'canasta', y ball, 'pelota') o simplemente básquet, es un deporte de equipo, jugado entre dos conjuntos de cinco jugadores cada uno durante cuatro períodos o cuartos de diez o doce minutos cada uno.
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1. Mejora la resistencia metabólica
El baloncesto, como cualquier deporte de alta intensidad, demanda un gran gasto energético y metabólico. Los ataques, las carreras, los saltos y el movimiento constante les exigen a los niños un sobreesfuerzo físico que contribuye a mejorar su resistencia. Como resultado, este entrenamiento a intervalos estimula su capacidad aeróbica, fortalece sus pulmones y aumenta su nivel de energía y resistencia metabólica. También es una práctica excelente para potenciar la resistencia cardiovascular y regular la circulación sanguínea y la presión arterial en los niños.
2. Desarrolla el control muscular
La capacidad para controlar los músculos y cada parte del cuerpo se desarrolla de forma natural a medida que el niño crece y va ganando en autocontrol. No obstante, diferentes estudios han demostrado que la práctica de baloncesto contribuye a que los pequeños ganen control muscular, fortalezcan sus músculos y mejoren la planificación de las secuencias de movimientos. De hecho, es un deporte ideal para mejorar el equilibrio en los pequeños y estimular su agilidad, sobre todo debido a las respuestas de bloqueo, pase, salto y carrera.
3. Agudiza la coordinación y el balance corporal
Al igual que la mayoría de los deportes de equipo, el baloncesto requiere una gran coordinación del torso superior, así como entre todas las partes del cuerpo y entre los ojos y las manos. Realizar los pases, ejecutar las capturas, correr evadiendo a los contrarios y encestar son destrezas que requieren una buena dosis de planificación, precisión y una reacción rápida. Además, caminar hacia atrás prestándole atención a los otros jugadores y correr mientras se ejecuta el goteo del balón son ejercicios complejos que resultan muy útiles para estimular la conciencia corporal y la coordinación entre las distintas partes del cuerpo.
4. Estimula la agilidad funcional, física y cognitiva
El baloncesto es un deporte que demanda gran agilidad para mover los pies y responder con rapidez ante los cambios de dirección e impulso. Por eso, los niños que practican baloncesto desarrollan destrezas físicas y cognitivas que les permiten esquivar a los contrarios, planificar jugadas agresivas y moverse en la cancha con habilidad. Además, suelen tener una gran capacidad para responder con rapidez, una ventaja que estimula su creatividad, pensamiento abstracto y concreto, a la vez que les permite solucionar problemas con mayor rapidez que sus coetáneos.
5. Fomenta las habilidades sociales
El baloncesto es un deporte en grupo en el que es crucial la disciplina y la comunicación verbal y no verbal con el resto de los jugadores. De hecho, practicar baloncesto desde edades tempranas les enseña a los niños a trabajar en equipo, crear vínculos con los demás, estar atento a los otros y responder en consecuencia. De esta manera, aprenden a trabajar junto a otros pequeños por un objetivo común, desarrollan la empatía, su capacidad para lidiar con la frustración, mejoran el autocontrol emocional y acrecientan sus habilidades comunicativas.
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