Compare los sucesos de 1905 y 1917 con los que desencadenaron la Revolución francesa, considerando:

protagonistas, reclamaciones, formas de rebeldía y resultados a corto y largo plazo​


mariejuradooa: si no te sirvio busca https://es.wikipedia.

Respuestas

Respuesta dada por: mariejuradooa
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La Revolución francesa ha sido siempre un asunto complicado de interpretar por la historiografía. Fue considerada como modelo de revolución política, en el que la burguesía desplazaba a la aristocracia en el poder. Sin embargo, no fue una mera transferencia de poder, sino un cambio en el concepto del propio ejercicio del poder y de la administración del país. También se discute si hubo una revolución o varias, pues existen problemas políticos, económicos e institucionales que dificultan el análisis.2​

Uno de los primeros autores que trató la Revolución francesa fue Adolphe Thiers,3​ que en 1827 destacaba el aspecto catastrófico de la revolución, apoyado por una enorme cantidad de datos, obtenidos de fuentes directas.

Pero la visión más extendida en el siglo XIX era la romántica, que sostenían Alphonse de Lamartine, Jules Michelet y otros, los cuales reivindicaban el papel del pueblo como protagonista de la historia.4​ Alexis Tocqueville fue uno de los más célebres, y en 1856 su interpretación se fundamentó en la recopilación de datos de archivo. Hippolyte Taine fue otro de los autores decimonónicos, quien mantiene que la revolución fue obra de una minoría contra la monarquía. Tiene una especial aversión al periodo jacobino, y lo que representa.

Respuesta dada por: cristiantorresc
1

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La revolución de octubre de 1905

Alejandro III y Nicolás II dirigieron gobiernos aristocráticos y autoritarios en lo político, pero modernizadores en lo económico, impulsando la

industrialización del país. La implantación del capitalismo en Rusia implicó el nacimiento de nuevos grupos sociales: burguesía, clase media y

proletariado obrero, quienes, junto al campesinado, aspiraban a un cambio del régimen político.

En 1905, una crisis económica dio el impulso necesario a una serie de manifestaciones y huelgas, organizadas por liberales y socialistas. El zar

decidió ceder a las peticiones de los liberales para prevenir las consecuencias de una verdadera revolución. Las libertades fundamentales fueron

garantizadas y se prometió la elección de una Dumao parlamento liberal.

Sin embargo, las concesiones del zar dividieron a liberales y socialistas. Los primeros se contentaron con las reformas prometidas por el emperador,

sin oponerse a la represión hacia el movimiento socialista. En 1906 se produjo una insurrección en Moscú y el emperador aprovechó la oportunidad

para disolver la Duma liberal y revocar las medidas tomadas en 1905.

La revolución de febrero de 1917

Al comenzar la Primera Guerra Mundial, Rusia era una de las potencias más poderosas del mundo. El régimen zarista parecía consolidado: con un

capital humano sin igual en Europa, era la quinta fuerza económica a escala mundial.

Con todo, la guerra reveló las debilidades de un país en que el 80% de la población se dedicaba a labores rulares, mientras que solo una pequeña

parte podía trabajar en la industria. Una de las mayores ventajas de Rusia, su capital humano, disminuyó un 24% al perder los territorios que exigió

el armisticio con Alemania.

Los habitantes del campo eran víctimas del hambre. Al mismo tiempo, el mundo obrero vivía en condiciones miserables, que le arrastraban a

continuas huelgas, atraídos por las ideas socialistas y comunistas. La burguesía y la clase media, por su parte, aspiraban al establecimiento de una

República de corte liberal.

El gobierno autoritario de Nicolás II fue incapaz de tomar las medidas necesarias para paliar la crisis; tomó, en cambio, la decisión de reprimir la

oposición, empujando a sus dirigentes por el camino de la revolución.

El zar se vio obligado a dimitir y el poder vacante fue ocupado por dos organismos paralelos. La Duma, constituida por nobles liberales y burgueses,

que tomó a su cargo el gobierno provisional, y el comité de Pretrogrado, el Soviet, compuesto por soldados y obreros urbanos de tendencia socialrevolucionaria

y social-demócrata, que se dividía, a su vez, en mencheviques y bolcheviques. Los primeros consideraban necesario apoyar el

establecimiento de un gobierno burgués y capitalista para que se produjeran las condiciones adecuadas para la revolución. Los bolcheviques

consideraban que la revolución era posible en un país como Rusia, con un bajo nivel de industrialización, en la medida en que fuera dirigida por un

grupo de revolucionarios profesionales.

La revolución de octubre de 1917

El gobierno provisional fue incapaz de responder a las demandas de reforma social del pueblo ruso. Para salvar la situación, los liberales invitaron

a social-revolucionarios y mencheviques a conformar el gobierno.

No obstante, no concretaron los cambios de fondo que demandaba el pueblo, fomentando el levantamiento popular. El pueblo, desilusionado, se

volcó hacia los bolcheviques, que se habían mantenido fuera del gobierno.

En septiembre de 1917 los bolcheviques eran mayoría en los Soviets (asambleas de soldados, obreros y campesinos) de las ciudades importantes.

Con ocasión del congreso de los soviets de toda Rusia, Trotsky organizó un levantamiento, siguiendo las órdenes de Lenin. El palacio de gobierno

fue tomado por los bolcheviques que instauraron un gobierno comunista. La toma del poder fue llevada a cabo sin derramar una gota de sangre,

pero la resistencia que opusieron los mencheviques significó el estallido de una dura guerra civil que azotó por tres años a la nación rusa, hasta la

consolidación del gobierno bolchevique en 1920.

Explicación:

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