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Respuesta:
Amigos, Según San Mateo 18,21-35…El camino cierto para vivir en paz requiere del Perdón sin límites.
Sin la Verdad, sin la Justicia, sin la misericordia y sin el perdón; las heridas de las victimas nunca cicatrizan y la burla de los que hicieron el daño permanece, el proceso de reconciliación se retarda y la paz se vuelve cada vez más lejana.
Pedro pregunta: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?”. Y Jesús le aclara: “Setenta veces siete”. Es decir, ilimitadamente y todos los días..
JESUS nos pide que debemos perdonar a los que nos ofendieron (obvio el arrepentimiento de quien ofendió), porque de esa misma manera Dios perdona “nuestras deudas”.
El perdón es un Don y es una Gracia que procede del Amor y de la Misericordia de Dios. Es una decisión que nos mueve a reparar el mal y evitar el daño.
Según San Francisco de Asís: “Es perdonando como somos perdonados”. Y según la Plegaria del “Padre Nuestro”, Dios perdona nuestras ofensas “como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Algunos quisieran que el perdón y la impunidad fueran de la mano, pero eso no puede ser posible.
Muchos que han hecho daño quisieran recibir el perdón de las víctimas, pero sin arrepentirse del daño que hicieron y permaneciendo en la impunidad.
El Perdón es un camino que exige abrir el corazón a una autentica conversión y a un sincero arrepentimiento, porque solo así la reconciliación pueda ser el fruto.
Los cristianos, desde la Iglesia, debemos animar la reconciliación de quienes son enemigos y acercarlos a las mesas de diálogo, donde se pueden pedir perdón.
En muchas familias hay mucho dolor, porque la soberbia y el egoísmo son más grandes que la humildad para perdonarse y vivir unidos por el Amor.
Las crispaciones en la sociedad son alarmantes y las enemistades hacen crecer la violencia estructural
Explicación:
espero que te sirva