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Respuesta:
El Imperio incaico fue un estado sudamericano con el dominio más extenso en la historia de la América precolombina, evidentemente era muy poderoso antes de la llegada de los españoles. Presentaba riquezas como el oro, plata y piedras preciosas.
Sabemos que la llegada de los españoles a tierras de América obedecía la búsqueda de nuevas rutas hacia las Indias, con miras en fortalecer la economía y subsanar los problemas que atravesaba su sociedad. Al llegar a América, los españoles anhelaban estas riquezas, posteriormente formarían virreinatos para administrar las regiones.
Francisco Pizarro, sin embargo, al llegar a estas tierras no encontró lo que esperaba. Sabemos que el Imperio Inca atravesó la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, por la anterior muerte del Inca y los problemas de sucesión.
El Tahuantinsuyo se encontrada dividido en dos bandos irreconciliables, y Pizarro aprovechó esto, entendiendo que debía formar aliados en la región para conquistar sus objetivos, por lo que se unió a los huascaristas para enfrentar a los atahualpistas.
Adicionalmente, muchas etnias andinas se revelaron ante el poder incaico, y se unieron a los españoles pensando que estos eran un sabio aliado. Esto aceleró la destrucción del Tahuantinsuyo, sumado al armamento que tenían los españoles.
Consecuencias
El imperio inca fue de gran relevancia en la región, al unificar este territorio y crear una fuerza de gran peso. Al momento de llegar los españoles, profundas transformaciones vivió el paisaje americano y en las formas de vida de los indígenas del continente.
Los españoles destinaron pueblos de administración colonial, tal y como comentaba al principio, la creación de virreinatos y otras estructuras que hacían posible el vínculo entre esta región y la Corona, generó grandes cambios en las vidas de las poblaciones indígenas locales.
El cambio de costumbres y creencias generó grandes cambios de mentalidades en la región, los españoles introdujeron la religión católica, imponiendo sus propias creencias sobre las de los pueblos indígenas.
Los españoles reemplazaron las fiestas y los templos andinos por los católicos. Organizando campañas de extirpación y prohibición de culto a ídolos diferentes, de forma que se tornó un escenario violento y restrictivo.
En la anterior administración incaica, el Estado brindaba a las personas el cubrimiento de sus necesidades básicas, cubriendo así alimentación, vestido, etc. En la administración española, las personas debían buscar sus propios medios, alimentación, vestido, medios de transporte.
Posteriormente, se evidenció la disminución de la población nativa, descendiendo en números tan altos como 670.000 habitantes.