Respuestas
El regionalismo es entendido como un principio organizador que no solo implica criterios de territorio y de gestión en América Latina, sino que involucra los ámbitos político, social y económico de la historia del espacio regional y su población, denotando la interrelación de actores, intereses y procesos en su interior y con entidades nacionales. Además, la región es una construcción social en la historia y se caracteriza porque puede ser comparada y variable (Taracena, 1999: 28-29).
Este principio está estrechamente relacionado a otras nociones como: centralismo y descentralización. El primero consiste en un régimen político y económico que genera jerarquías del territorio, las cuales forman e integran al país. Se distingue un espacio central y otros periféricos diferenciándose por su cultura, demografía y economía. Su contraparte sería el descentralismo, que es en un sistema que promueve igualdad entre las partes que forman el espacio territorial, y que gozan de una cierta autonomía económica y política, mostrando escasas diferencias demográficas y tienen una comunicación abierta con el mundo. Aunque, existe un centro político, su rumbo no es decidido por éste (Contreras, 2002: 6).
Es preciso señalar que, la descentralización posee un uso ambiguo en la vida cotidiana de la política latinoamericana al confundirse la desconcentración y la descentralización. El primero se refiere a ceder cierta capacidad de decisión de uno de mayor jerarquía a otro de menor nivel, dentro de un mismo organismo. Mientras, el segundo, se fundamenta en otorgar decisión a otro ente al reconocerle una personalidad jurídica, recursos y una normativa propia (Boisier, 2004: 29).
Habría que indicar que, la tradición centralista no es percibida como una forma de constitución o de ser latinoamericano, sino, más bien, se lo identifica como un mal que debe eliminarse (Contreras, 2002: 5). Así, surge la pregunta: ¿América Latina posee una tradición centralista en su historia, o es un problema específico de la etapa republicana? (Contreras, 2002: 6). Algunos creen en la segunda afirmación, al mencionar que las formas centralistas surgieron en la etapa de la construcción de Estados nacionales (Restrepo y Cárdenas, 2004: 24). Incluso, el premio nobel de economía Douglas North mencionó que la centralización o descentralización fue un elemento muy importante en el desarrollo económico y político de la América anglosajona y la América Latina (Revez, 1998: 49). Y en la actualidad, el regionalismo cobra importancia porque los Estados afrontan fenómenos sociales relacionados con el tema como los procesos de descentralización, el énfasis de la globalización económica y la privatización de activos estatales; los cuales afectan en su rol en el desarrollo, la democracia y la distribución de servicios (Restrepo y Cárdenas, 2004: 24).
Ante todo esto, la pregunta central de nuestro ensayo gira en torno a reconocer los factores del regionalismo que fueron importantes para la historia de América Latina. De ahí, la relevancia de las nociones señaladas líneas arriba para el desarrollo del estudio.