Respuestas
Respuesta:
Estamos seguros que en la escalera cronológica que presentamos y que intenta mostrar los diferentes hitos históricos, que contribuyeron en forma muy amplia a la comprensión de la conducta humana, muchos escalones han quedado fuera. Además la meta propuesta, el conocimiento de la conducta, queda aún a distancia.
Antes de Mesmer, las contribuciones iniciales aparecen en el papiro de Edwin-Smith, donde por primera vez se mencionan las palabras cerebro, meninges, líquido cefalorraquídeo y circunvoluciones. Se menciona la ausencia de lenguaje expresivo (afasia), miles de años antes que Broca lo hiciera en 1861. Una de las primeras menciones de la trepanación se halla en la mitología griega, cuando Zeus ordena a su hijo Hefesto que le abra el cráneo por sufrir fuertes dolores de cabeza. Con sus experimentos de resección de nervios en perros vivos, Alcmeón concluye que el cerebro era la sede de la sensación, el pensamiento, el intelecto y el alma. Hipócrates aboga por una ciencia médica experimental y el abandono de las prácticas religiosas. En Platón se encuentran los orígenes del dualismo cartesiano. Aristóteles es el creador del concepto de alma como primer principio, que da origen a la vida, a la sensación y al intelecto. Nemesius señaló la localización de las funciones cerebrales en las cavidades cerebrales. Con su experiencia de disector, Vesalius corrige muchos de los errores del pasado. Para Descartes el alma se asienta en la glándula pineal, desde donde rige al cuerpo mediante el "espiritus animalis". Gall y luego Christoph y Spurzheim mencionan por primera vez las localizaciones o áreas cerebrales, que verifica posteriormente Broca.
Explicación:
Se considera que en el estudio de la neurología de la conducta deberá considerarse un doble aspecto: por una parte, estudiar las modificaciones que en la conducta humana producen las lesiones cerebrales; por la otra, tratar de comprender el problema que plantea la relación mente-cerebro.
Se realiza un breve recorrido histórico en el cual se señalan algunos hitos en el desarrollo de este campo relativamente nuevo en el dominio de las neurociencias. A partir de Franz Gall, el primero en sostener la idea que las variaciones de las características psicológicas se debían a un desarrollo desigual de los distintos "centros" cerebrales se analiza la labor de los distintos investigadores que hicieron posible una mejor comprensión de las funciones cognoscitivas.
Se señala luego, siguiendo los conceptos de Popper, que la evolución de la raza humana pareciera depender más de la capacidad de adquirir y procesar información que de los cambios orgánicos que eventualmente pudieran producirse.
Se recalca por último, el hecho de que la conducta humana tiene características propias; entre otros aspectos se señala que a diferencia del animal que siempre permanecerá esclavo de su hábitat, el hombre está en capacidad de transformarlo y crear las condiciones que le permitan lograr su independencia del medio ambiente.