Respuestas
Respuesta:
Mateo 13: 18, 23
Explicación:
Ayer veíamos como Jesús empleaba parábolas en su anuncio del Reino; pero también nos dábamos cuenta que muchas veces, no comprendemos, nuestro corazón se paraliza, nuestros ojos no ven, nuestros oídos quedan inertes al ruido. Pero ahí aparece el Maestro, con palabras de aliento, intentando ponernos de nuevo en marcha, porque conoce nuestra pequeñez y debilidad. Hoy, nos ofrece una explicación de la parábola del sembrador y más allá de la descripción de los distintos tipos de ‘suelos’ (discípulos) en los que cae la semilla al ser arrojada, se resalta el ruego para que la acogida de la Palabra no sea abortada ni por las dificultades que encuentran, ni por las persecuciones, ni por el cruce de otros intereses. Todos estamos llamados a entender, a conocer y a poner en práctica (vivir) todo lo que se desprende de la enseñanza de Jesús y de su Palabra. En ocasiones, la palabra de Jesús puede quedarse en simple “parábola” para una multitud incapaz de comprender, pero para el que se deja llevar por su fuerza puede revelar “los misterios del reino de los cielos”. El acoger la palabra de Jesús es lo que distingue a los discípulos y a la muchedumbre anónima; la fe de los primeros revela la ceguera de los segundos y los empuja a buscar más allá de la parábola. Hoy, más que nunca, todos estamos en condición de ser fructíferos en la comunidad, por eso, bueno es que ante la Palabra nos veamos capaces de aceptarla, de entenderla y de procesarla en la cocina de nuestro corazón.