Respuestas
Respuesta:
Pocos textos hay, en palabras de Pardo, "tan severos y tan sinceros en el autoanálisis" como los de la bomba Ocampo. Su mirada de mujer fatal se giraba también hacia sí misma -cuchillo y hacia adentro- en busca de una honestidad casi porográfica. Escrutó sus propios celos, su deseo; confesó sin paños calientes que era adúltera, que no vivía con su marido y que creía en el amor libre. Con esa intensidad añeja -relaciona Pardo- que trae algo de Proust.
Los hombres han hablado enormemente de la mujer, pero, desde luego y fatalmente, a través de sí mismos
Respuesta:
¿Qué clase de feminismo se puede practicar cuando se está en contra del voto femenino? ¿Existe algo tal como "escribir como una mujer"? Estas preguntas se articulan en Victoria Ocampo, Cronista outsider (Beatriz Viterbo) de María Celia Vázquez que traza un perfil poco visitado de la intelectual feminista y antiperonista -dos líneas de su figura que colapsan entre sí- a través de la lectura atenta de los Testimonios, crónicas y ensayos publicados a lo largo de 40 años hasta poco antes de su muerte. Aparece entonces la escritora antes que la gestora cultural, la periodista que encuentra en la cercanía de lo "privado" una lengua que reivindica el género cuando todavía no se usaba esa palabra.