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Agricultura Sostenible
Los sistemas de producción y las políticas e instituciones que sustentan la seguridad alimentaria mundial son cada vez más insuficientes.
La agricultura sostenible debe garantizar la seguridad alimentaria mundial y al mismo tiempo promover ecosistemas saludables y apoyar la gestión sostenible de la tierra, el agua y los recursos naturales.
Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras de sus productos y servicios, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica.
Para conseguir la transición global a la alimentación y la agricultura sostenibles, es imprescindible mejorar la protección ambiental, la resiliencia de los sistemas, y la eficiencia en el uso de los recursos.
La agricultura sostenible requiere un sistema de gobernanza mundial que promueva la seguridad alimentaria en los regímenes y políticas comerciales, y que reexamine las políticas agrícolas para promover los mercados agrícolas locales y regionales.
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Bogotá, septiembre 19 de 2017 – En el marco de su Plan para una Alimentación Sostenible, Syngenta está articulando relaciones estratégicas con diversas organizaciones para potenciar el cuidado del medio ambiente, fomentar la capacitación de pequeños agricultores e incrementar la productividad agrícola en diversas regiones de Colombia.
“Todos, incluyendo las empresas del sector, gremios, oenegés y el Gobierno, debemos trabajar en sinergia para que los pequeños, medianos y grandes agricultores disfruten de todo el potencial que el campo colombiano tiene para ofrecer”, señaló Guillermo Carvajal, Gerente de Sostenibilidad de Syngenta para la Región de Latinoamérica Norte.
Durante la Expo Agrofuturo, en Medellín, Syngenta presentó los resultados de la gestión del Plan para una alimentación sostenible durante el año 2016. El evento contó con la participación de agricultores y beneficiarios del Plan, quienes compartieron sus experiencias de trabajo con Syngenta y el impacto que estos programas han tenido en sus vidas.
Silvia Vargas, Gerente de la Trilladora y Tostadora Los Bucaros en Ciudad Bolívar, Antioquia, Paola Campuzano, Presidenta de la Corporación Alma Verde en el municipio de Neira, Caldas, Mónica Ospina, Asesora de Desarrollo Socio-económico de Fundaunibán, y Alexander Joya, Director del Programa Ecoaguas de Syngenta, conformaron el panel de discusión del evento. Los ponentes resaltaron la importancia que las alianzas estratégicas tienen para mejorar la calidad de vida de los agricultores en todo el país.
Según Carvajal, en 2016 los cultivos de Syngenta en Colombia incrementaron su productividad en un 32.8% si se les compara con el promedio nacional basado en los datos de la FAO. Los cultivos con el mayor incremento en productividad fueron los de café (66%), papa (39%), maíz (38%) y tomate (16%).
Además, por medio del Plan para una alimentación sostenible a la fecha se han recuperado 4.075 hectáreas de tierra que estaban al borde de la degradación en Colombia. “Muchas veces los agricultores no entienden que la deforestación y la degradación de la biodiversidad son factores que afectan los cultivos, por eso estamos trabajando, junto al programa Ecoaguas, en la consolidación de viveros escolares que tienen un impacto ambiental y social muy importante en el Urabá”, aseguró Mónica Ospina.
Mientras tanto, Silvia Vargas resaltó la importancia que los programas de capacitación en productos para la protección de cultivos tienen en el desarrollo de las actividades agrícolas y los procesos de certificación. “Aspectos básicos como conocer el uso apropiado del equipo de fumigación y los protocolos de seguridad después de la aspersión son esenciales para cuidar de la salud de los trabajadores en el campo y la seguridad de los alimentos”.
En total más de 144 mil pequeños agricultores fueron beneficiados en Colombia a través de las tecnologías, asistencia técnica y programas de Syngenta durante 2016. Los programas de capacitación en uso y manejo seguro de productos para la protección de cultivos alcanzaron a 89.920 agricultores en todo el país