Respuestas
Respuesta:
En 1302, entre Bonifacio y el rey de Francia, Felipe el Hermoso, se inició disputa: El rey estaba furioso con el pontífice porque este no había cumplido con su promesa de designarlo emperador, por lo que para contrariarle impuso fuertes tributos al clero.
Explicación:
El Cardenal Benedicto Gaetani se mantenía al margen, confiando en que tal vez fuese elegido como candidato tercero de compromiso, aunque desconfiaba de las posibilidades. Gaetani dijo a los Cardenales, haber recibido un mensaje que se atribuyó al Espritu Santo a través de un anciano eremita llamado Pedro Morone suplicando a los cardenales que cesaran las disputas y diesen un Papa a la Iglesia que estaba sin mandatario tanto tiempo. El deán, con buen juicio decidió proponer a Morone que poseía fama de santidad.
Respuesta:
Elección
Tras la renuncia de Celestino V, que según algunos él mismo alentó, la elección de su sucesor fue muy rápida, a pesar de las diferencias existentes entre los cardenales franceses e italianos. Ambos partidos estaban de acuerdo con que el nuevo papa debía tener competencias claras de gobierno. Al primer escrutinio fue elegido Matteo Rosso Orsini, pero este rechazó el nombramiento. Finalmente la elección recayó sobre Benedetto Gaetani, quien tomó el nombre de Bonifacio VIII.1
Primeras decisiones
Las primeras decisiones del nuevo pontífice fueron: anular o suspender las decisiones de Celestino V (excepto aquellas que tenían que ver con la nómina de los cardenales), sustituir el personal de la Curia y restablecer Roma como la sede del papa. Temeroso, además, de que tras la figura de su predecesor se iniciase un cisma en la Iglesia, ordenó su encarcelamiento en el castillo de Fumone, propiedad de su familia, donde permaneció hasta su muerte. Los grupos representados por los franciscanos espirituales estaban profundamente resentidos por esta actuación.
Bonifacio VIII era un hombre capaz, pero sus actuaciones se vieron empañadas por su falta de diplomacia y tacto. Cuando creía tener razón era intransigente y arrogante, creándose muchos enemigos, como la poderosa familia italiana Colonna, a quienes margina, por los excesivos favores prestados a su propia familia, los Gaetani.2
La política de Bonifacio VIII3
Contra la familia Colonna
Bonifacio VIII, preocupado permanentemente por favorecer a su familia, los Gaetani, con los que casi llega a conformar un principado, hizo que las familias romanas más importantes, como los Colonna y los Orsini, se enfrentaran a él en más de una ocasión por problemas territoriales, administrativos y de beneficios. Estas tensiones, especialmente con los Colonna, estallaron cuando Estéfano Colonna, hermano del cardenal Pietro Colonna, se adueñó de una caravana de mulas que trasportaban el tesoro papal. La reacción del papa se dirigió contra toda la familia. Los cardenales de la familia Colonna reaccionaron escribiendo el Manifiesto de Lunghezza, lleno de acusaciones contra el papa y que juzgaba como inválida la renuncia de Celestino V, por lo que Bonifacio VIII no sería el verdadero papa.4
Ante las acusaciones redactadas en el Manifiesto, y aunque Bonifacio recuperó el tesoro papal, el pontífice reaccionó deponiendo y condenando a los cardenales de la familia Colonna y a sus colaboradores, como heréticos, cismáticos y blasfemos. No contento, el papa proclamó una cruzada contra los Colonna, en diciembre de 1297, por la cual tuvieron que huir y refugiarse en Francia.5
El problema siciliano
Inmediatamente después de su elección, Bonifacio intervino en el problema siciliano que, desde los sucesos de 1282 conocidos como vísperas sicilianas, enfrentaba al Reino de Nápoles con el Reino de Aragón. Bonifacio logró que Jaime II de Aragón firmase, en 1295, la Paz de Anagni por la que éste renunciaba a cualquier derecho sobre Sicilia, a cambio de los feudos de Córcega y Cerdeña.
Los sicilianos se rebelaron contra un acuerdo que suponía el retorno de la dinastía Anjou, y nombraron rey al hermano de Jaime II, Federico II que había ejercido hasta ese momento el cargo de gobernador de la isla. El Papa asumió este primer fracaso político coronando a Federico como rey de un Estado feudatario de la Santa Sede.5
Otras decisiones importantes
A nivel internacional el primer objetivo de Bonifacio fue la cruzada, exhortando a los reyes de la cristiandad a restablecer la paz entre sus reinos, para poder empuñar la espada en favor de la reconquista de Jerusalén.
Intervino además como mediador en la lucha que enfrentaba a Alberto I de Austria y Adolfo de Nassau por la sucesión imperial, mostrándose a favor de Alberto, quien a cambio del apoyo del papa, en 1303 hizo un juramento de obediencia y de defensa al sumo pontífice.5
Quizás el hecho más significativo del pontificado de Bonifacio VIII será su enfrentamiento con Felipe IV de Francia, llamado "el hermoso". Por la gran importancia del mismo merece ser tratado en un capítulo ap
Explicación: