• Asignatura: Castellano
  • Autor: sotobejaranokatherin
  • hace 7 años

un mito o leyenda sobre la obediencia​


AnyelDrowned: Una fantástica historia sobre el origen del sol para los niños. 'El arquero' es una leyenda china para niños que habla de obediencia
sotobejaranokatherin: gracias
AnyelDrowned: okey
sotobejaranokatherin: muchas gracias con esto ya no pierdo el periodo

Respuestas

Respuesta dada por: otoelcr1545c
7

Respuesta:

El habilidoso arquero chino (leyenda china)

Explicación:

En China, vivía un arquero muy habilidoso, llamado Yi. Tenía tan buena puntería, que era capaz de acertar con sus flechas al pájaro más veloz en movimiento. El padre de los dioses pensó precisamente en él, y acudió a su casa a buscarlo.

– Yi- Le dijo el padre de los dioses- Tengo un trabajo para ti, y sé que eres el único que puede lograrlo.

– Haré lo que me digas, oh, Dios de los dioses.

– Las personas están sufriendo, se mueren de sed. Ya apenas quedan cosechas útiles y animales vivos. La única forma de volver a la normalidad es actuar contra los 10 rebeldes que me han desobedecido.

– ¡Cuenta conmigo! Pero, ¿qué puedo hacer?

–  Toma este arco rojo y estas diez flechas blancas- le dijo el gran Dios- Debes acertar con las flechas y darle a cada uno de los soles. Están muy lejos, pero confío en ti y sé que puedes hacerlo.

– ¡Lo haré! – prometió el arquero.

Así que el joven arquero subió hasta la cima de la montaña más alta de China. El panorama desde allí era realmente terrible: los campos y bosques ardían, presos de las llamas, por culpa de los 10 soles que alumbraban sin piedad el planeta. El suelo estaba agrietado y no podía acertar a ver ningún animal vivo.

El arquero respiró hondo. Tomó la primera flecha, la colocó en el arco y apuntó al primero de los soles. No podía fallar, y se concentró todo lo que pudo. Disparó con precisión ¡y acertó! El primero de los oles se apagó y cayó sobre la Tierra.

Lo mismo pasó con el segundo, el tercero, el cuarto… y así sucesivamente con cada uno de los rebeldes astros. Con el ruido de los soles al caer, las personas comenzaron a salir de las cuevas. Además, la temperatura empezó a descender. Todos aplaudieron al joven arquero, presos de júbilo.

Yi había acabado ya con nueve soles y solo quedaba uno. Cogió su última flecha, la colocó en el arco y justo cuando iba a disparar, una mujer grito y le desconcentró. Y erró el tiro y protestó:

– ¿Por qué has hecho eso, anciana loca?- gritó enfadado.

– No puedes destruir todos los soles. Necesitamos al menos uno para vivir– se excusó ella.

– Tienes razón- asintió él- El triunfo sabe muy bien y me cegué. Solo necesitaba diez flechas y el Gran Dios me puso a prueba.

Desde entonces, sobre la Tierra solo podemos ver un sol, el astro rey, el único al que los hombres decidieron perdonar porque sabían que le necesitarían para vivir.

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