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Insisto en que para ganar seguridad y enfrentarse a un público sin miedo, es necesario ejercitar de manera constante la formulación de los contenidos que se desean comunicar, ¿qué se desea comunicar y para qué? Comparto contigo cinco claves estratégicas para mejorar tu comunicación verbal, en primer lugar debes organizar mentalmente las ideas que se expondrán; El dominio del tema proporciona la confianza para enfrentar críticas y salvar obstáculos, pero no es suficiente para expresarse con claridad, precisión, coherencia y sencillez.
Una vez determinado el objetivo de la comunicación, como punto dos debes enfocarte en proyectar emociones, generar un determinado estado de ánimo en el público. Para que una persona sea capaz de convencer y emocionar a los oyentes, debe esforzarse para comunicar adecuadamente ideas, pero sobre todo en hacer sentir sus ideas, un discurso muy intelectual no te ayuda a conectar con tu auditorio, quizá logres interesar, pero no lograras hacerlos pensar ni sentir y pocos son los oradores que triunfan haciendo pensar únicamente a la gente. Al hablar no reprimas tus sentimientos y tampoco finjas lo que no sientas, la autenticidad es un ingrediente que valorara mucho tu audiencia.
Tercer punto, es importante a cuidar son las palabras que utilices, el lenguaje debe estar acorde con el contenido y pensado especialmente para el auditorio, según sea el caso puedes utilizar un lenguaje familiar, natural, siempre que la ocasión te lo permita utiliza poco lenguaje técnico o científico, es más frio. Evita utilizar “muletillas, como los vocablos “bueno”, “esteee”, “si”, etc; tampoco “tosas” en las pausas, es reflejo de nerviosismo.
Los discursos más largos no necesariamente son los mejores, por lo tanto la cuarta clave es que seas breve, tu auditorio agradecerá que preciso y conciso, es imposible exponer más de tres ideas principales en un discurso de 20 minutos. No trates de abarcar mucha información, mejor concéntrate en cumplir los objetivo de las ideas que escogiste y no te detengas demasiado en explicaciones innecesarias, pretender ser demasiado extensivos, pueden llevarnos a situaciones embarazosas.
Fluidez, dicción, volumen y entonación, son los cuatro elementos más importantes para la expresión oral, la quinta clave es que nada te funcionara sino tienes una intención y le pones entusiasmo a tu discurso. En la mayoría de los casos el éxito de la comunicación verbal se debe más a la actitud que a la capacidad. Los oradores sin entusiasmo, fracasan a pesar de su gran capacidad.