Respuestas
.A finales del oncenio de Leguía (1919-1930), sobre todo a partir de 1928, el gobierno dio muestras de debilidad que se reflejó en todos los ámbitos de la vida nacional y de la sociedad peruana. El problema de la desigualdad social fue uno de las dificultades que agrietaron la estructura política del leguiísmo. Al respecto, Peter Klarén afirma lo siguiente:La desigualdad en el ingreso se amplió, asimismo, en este pe-ríodo, dado que únicamente unas cuantas personas o grupos se llevaban la parte del león de la expansión de la producción algodonera, o eran favorecidos por los peculados del régimen en los gastos gubernamentales (...) el favoritismo político, la corrupción rampante, la importación de bienes suntuarios, la fuga de capitales: estas fueron las marcas de una economía inundada de préstamos extranjeros y gasto gubernamental.1Sin duda, el autor se refiere al cuadro político, social y económico que minó las bases del gobierno de Leguía, y constituyó el principio del fin del oncenio. Leguía había establecido una política económica que dependía del endeudamiento exterior, sobre todo con la banca estadounidense. En tal sentido, el sistema financiero peruano se resintió, y en 1928, “...los banqueros estadounidenses restringieron los futuros préstamos al Perú, concluyendo finalmente, luego de nu-merosas advertencias, que sus inversiones ahora estaban en peligro por el excesivo gasto, despilfarro y corrupción del gobierno...”2 De los préstamos obtenidos del exterior, los bancos calculaban que menos del 30% de los recursos fueron destinados a obras públicas. El resto fue consumido por el fraude y la corrupción estatal.3 La decisión de los banqueros norteamericanos golpeó la débil economía peruana, que se vio aún, más afectada por el crack de Nueva york, y que se materializó en el colapso de Wall Street en 1929.
Respuesta: La persecución directa a los partidos políticos de masas, como el APRA y el Partido Comunista.