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Respuesta:Solano, Caquetá, es un territorio de 4 239 000 hectáreas, de las cuales 14,3 % son resguardos de comunidades indígenas. Allí viven 1832 personas de cinco etnias dispersas en 20 resguardos.
En las profundidades de este municipio que limita con Amazonas y Putumayo está ubicado el PNN Chiribiquete, que hoy por hoy enfrenta una amenaza inminente de deforestación.
La población es una heterogénea configuración marcada por la migración interna que experimentó Colombia durante la década de 1950. En este territorio confluyen resguardos indígenas con núcleos campesinos poblados muchas veces por migrantes internos que llegaron a la región amazónica buscando alternativas de vida, dadas las dificultades que comúnmente se han vivido en las ciudades colombianas.
Las coyunturas de incendios en la Amazonia han puesto en el mapa algo que para las comunidades indígenas no es nuevo. Han enfrentado diversas amenazas a lo largo de la historia. Comercio de pieles, tráfico de especies, tala ilegal, extracción descontrolada, minería, cultivos ilícitos o colonización cultural contribuyen a disminuir la autonomía territorial de los pueblos indígenas. Incluso, algunos de estos riesgos pueden variar según el resguardo; en unos puede ser más prominente la extracción de hidrocarburos, mientras, en otro, los cultivos ilícitos. En otras épocas, por ejemplo, la principal amenaza fue la extracción del caucho, o alguna otra resina.
Estos conflictos ambientales representan una amenaza de varias caras, muy seria para estas comunidades indígenas. Su debilitamiento cultural tiene impacto negativo en su capacidad para subsistir. Para reducir este riesgo, los Korebaju se abrieron a construir conocimiento conjunto con aliados que buscan las capacidades de las culturas que protegen los bosques.
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Las islas de selva
La ganadería y la agroindustria se han expandido tanto en la región del bajo Caquetá que la han transformado hasta dejarla irreconocible. No es gratuito que este haya sido el departamento más deforestado de Colombia en 2018. Así lo indican quienes la han habitado siempre. “Si vemos desde arriba hacia abajo, los resguardos son como una isla”, explica Oliver Gasca, cacique del resguardo El Diamante. Menos bosques significa menos conocimiento y riqueza del territorio de las comunidades indígenas amazónicas.
La transformación de las selvas en pastizales o áreas agroindustriales es una amenaza general para los ecosistemas, pero es especialmente grave para comunidades indígenas como la de Remigio. Por eso los líderes korebaju decidieron apoyarse en aliados para fortalecer su capacidad de gestionar sus territorios. Para ellos, los bosques que han sido hogar se han vuelto irreconocibles. “Hace 30 años esta zona era solo bosque”, señala Gasca mostrando un extenso potrero, caminando hacia la vereda Alto Cuerazo para una de las firmas de acuerdos entre campesinos e indígenas.
Ese paisaje se ha transformado en extensos desiertos de pasto quemado donde es más probable encontrar charcos orinados por vacas deshidratadas que riachuelos. Lo que es una caminata de 50 minutos a través de la selva se transforma en dos inclementes horas bajo el sol Amazónico. Ese mismo día, después de atravesar kilómetros de potrero, ni las galletas de leche ni las naranjas silvestres que Piranga devoraba cada vez eran suficientes para mitigar la asfixia de la falta de sombra.
Explicación:
Respuesta:
Los pueblos indígenas de todo el mundo siguen sufriendo como resultado de tasas de pobreza desproporciona demente elevadas, problemas de salud, delincuencia y violaciones de los derechos humanos. 62% más de probabilidades
Explicación: en resumen los indígenas son un 30% menos importantes que los demás.