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Respuesta: ¡hola luz! como estas? xd no importa ahi te respondo
Explicación: Los límites de la sociedad de la información
César Rendueles
En las tres últimas décadas la tecnología de la comunicación ha ido adquiriendo un
papel medular en la forma en que nuestras sociedades se ven a sí mismas. Los
ordenadores desempeñan un papel importante en nuestra autocomprensión de cómo
somos y de cómo podemos, queremos y debemos llegar a ser. En general, uno de los
puntos de consenso fundamentales en esta evaluación tan dulce de los efectos de las
tecnologías digitales es que suponen una ruptura, una discontinuidad en nuestras vidas.
Cuestionaré ese discurso rupturista descomponiéndolo en cuatro discontinuidades
relacionadas.
Discontinuidad generacional
Se ha generalizado la tesis de que las TIC han iniciado una discontinuidad histórica
expresada en términos generacionales. Es la famosa tesis de Prensky de los “nativos
digitales”. La idea es, más o menos, que los jóvenes socializados en la cultura digital se
hallan inmersos en un caldo cultural muy diferente del que socializo a los “inmigrantes
digitales” de generaciones anteriores y tienen habilidades, formas de relacionarse e
inquietudes fundamentalmente diferentes. Sin embargo, se ha demostrado que es una
tesis muy limitada empíricamente si no directamente falsa.
Discontinuidad subjetiva
Se ha popularizado la idea de que el sujeto, el yo, digital es sustancialmente distinto al
analógico en la medida en que se caracteriza por una subjetividad fluida y fragmentaria.
Es una tesis que a menudo se describe en términos muy técnicos y futuristas, pero que
tiene una congruencia fundamental con los fundamentos de buena parte de la economía
ortodoxa, que tiende a considerar al individuo en términos de un sistema de preferencia
de creación propia que especifica las cosas que le gustan. Pero, entonces, por
comparación con estos electores racionales definidos como un conjunto de preferencias
coherentes que cumplen ciertas propiedades matemáticas, los individuos empíricos
necesariamente tenemos que ser entendidos como seres fluidos y fragmentarios.
Precisamente el modelo de identidad personal que domina en Internet resulta tan
atractivo porque nos permite relacionarnos con la tecnología y a través de ella, con los
demás, como nos relacionamos con el consumo, con el mercado.
Discontinuidad social
Una tercera ruptura comúnmente aceptada tiene que ver con la interacción social.
Hemos aceptado que las relaciones sociales contemporáneas son en buena medida
reticulares gracias a la acción de las TIC. Esto supondría una ruptura respecto a un
esquema sociológico tradicional que diferencia entre grupos primarios, cálidos y
finalistas, y secundarios, fríos e instrumentales. En Facebook o en un foro se rompería
este esquema, pues tengo relaciones cálidas e íntimas, en las quemuestro aspectos de mi
vida que ni mis familiares conocen, pero también son difusas y con personas