• Asignatura: Historia
  • Autor: matininja176r
  • hace 7 años

Hola me pueden ayudar en esta tarea por favor la tarea es la siguiente: ¿Como llego oidos de smollett este plan ?


Anónimo: No se
Anónimo: De que pelicula es
matininja176r: libro
matininja176r: isla del tesoro
matininja176r: hol
Anónimo: A o
matininja176r: holw
matininja176r: esta ahi
Anónimo: Si
matininja176r: hola

Respuestas

Respuesta dada por: augustodure06
3

Respuesta:abandonado el buque

Sería la una y media de la tarde cuando los dos botes de La Española se fueron á tierra. El Capitán, el Caballero y yo estábamos discurriendo acerca de la situación en nuestra cámara de popa. Si hubiera soplado en aquellos momentos la brisa más ligera, hubiéramos caído por sorpresa sobre los seis rebeldes que se nos había dejado á bordo, hubiéramos levado anclas y salido á alta mar. Pero el viento faltaba de todo punto y para completar nuestro desamparo, vino muy pronto Hunter á traernos la nueva de que Hawkins se había metido en uno de los botes y marchádose con los expedicionarios de la isla.

Jamás nos ocurrió poner en duda la lealtad de Hawkins, pero sí nos pusimos en alarma por su vida. Con la excitación en que aquellos hombres se encontraban nos parecía que sólo una casualidad podía hacer que volviésemos á verle vivo. Corrimos sobre cubierta. El calor era tal que la brea que unía la juntura de los tablones comenzaba á burbujar, derritiéndose; el nauseabundo hedor de aquel sitio me ponía verdaderamente malo, y si alguna vez hombre alguno absorbió por el olfato los gérmenes de mil enfermedades infecciosas, ese fuí yo, sin duda, en aquel abominable fondeadero. Los seis sabandijas estaban sentados á proa, refunfuñando á la sombra de una vela. Hacia la playa podíamos divisar los botes sujetos á tierra, y á un hombre de los de Silver, sentado en cada uno de ellos. Uno de aquellos dos conjurados se divertía silbando el “Lilibullero.”

Esperar era una locura, así es que decidimos que Hunter y yo iríamos á tierra en el serení en busca de informes y para explorar el terreno.

Los botes se habían recargado sobre su derecha, pero Hunter y yo remamos rectos en dirección de la estacada marcada en nuestro mapa. Los centinelas y guardianes de los esquifes parecieron desconcertarse un tanto con nuestra aparición. El “Lilibullero” cesó de oirse y pude ver á aquel par de alhajas discutiendo lo que debían hacer. Si se hubieran marchado para avisar á Silver lo que ocurría, abandonando sus botes, es claro que las cosas hubieran pasado de muy distinta manera; pero supongo que tenían sus órdenes y, en consonancia con ellas, decidieron permanecer tranquilamente en donde estaban y muy luego oímos que la música de “Lilibullero” comenzaba de nuevo.

Explicación:

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