Con base en el siguiente texto “Nuevo modelo de Estado para la pos pandemia”, ubica la tesis, dos argumentos y una derivadaSe explicó en anteriores entregas, que sólo mediante un gran pacto moral entre todos los sectores del grupo social, se pueden superar los niveles de desigualdad, inequidad y ausencia de participación que el covid-19 puso en evidencia, como males supremos de la sociedad. Sin embargo, para que dicho pacto surta los efectos de transformación, a corto, mediano y largo plazo, no basta propender por el cambio en la forma de ser y actuar de las personas, sino que es necesario contar con instituciones políticas capaces de dar el impulso y liderazgo que toda transformación exige. Estas, por distintas causas, se han convertido en centro de debilidad y fuente de corrupción, de manera que un nuevo modelo de Estado supone necesariamente introducir transformaciones sustanciales en la institucionalidad. (P1) No se trata de propugnar por una revolución alienante ni nada por el estilo, sino de introducir modificaciones sustanciales que posibiliten la integración de un nuevo tipo de sociedad. Tampoco basta con simples retoques a las estructuras de órganos y entidades, el asunto es más delicado, pues exige revivir la democracia, estimular la participación, desarrollar las posibilidades de igualdad y en síntesis, recuperar el valor de la dignidad. Cada una de las instituciones superiores del Estado debe ser objeto de reflexión con un profundo criterio axiológico. (P2) Son muchos los temas a abordar. Simplemente, a título de introducción, vale la pena referirnos a dos de las muchas transformaciones institucionales para una sociedad más digna: (1) Un Gobierno con alta responsabilidad y estrictos controles jurídicos y políticos. La actividad del Congreso de la República no se debe medir por el número de leyes que apruebe, sino por los efectos de su intervención para controlar y hacer universales las medidas del Ejecutivo. Para ello, con el fin de no perder lo alcanzado en términos de democracia, habría que separar las funciones de Senado y Cámara, de manera que el primero, conformado por voto universal, cumpla funciones de control, en tanto que la segunda, integrada por representantes de los distintos factores reales de poder, se ocupe de la función legislativa.(P3) (2) Algo similar habría que hacer con la estructura judicial superior; en lugar de proliferación de Altas Cortes con repetidos conflictos de competencias, para el país sería más saludable un único Alto Tribunal de Justicia integrado por Salas, cada una de ellas de cinco miembros: Constitucional, Civil y Familia, Penal, Laboral, Contenciosa Administrativa y temporalmente una Sala de Jurisdicción de Paz. Los magistrados de este alto Tribunal deben tener unas condiciones especiales, por ejemplo, una edad superior a 60 años, un periodo no menor a 10 años y una pensión de retiro que los inhabilite para cualquier otro cargo futuro, de manera que sean verdaderos guardianes de la moral social.(P5), según el mentefacto pre categorial. Nuevo modelo de Estado para la pos pandemia
Respuestas
(tesis)Se explicó en anteriores entregas, que sólo mediante un gran pacto moral entre todos los sectores del grupo social, se pueden superar los niveles de desigualdad, inequidad y ausencia de participación que el covid-19 puso en evidencia, como males supremos de la sociedad.
Dos tesis
No se trata de propugnar por una revolución alienante ni nada por el estilo, sino de introducir modificaciones sustanciales que posibiliten la integración de un nuevo tipo de sociedad. Tampoco basta con simples retoques a las estructuras de órganos y entidades, el asunto es más delicado, pues exige revivir la democracia, estimular la participación, desarrollar las posibilidades de igualdad y en síntesis, recuperar el valor de la dignidad. Cada una de las instituciones superiores del Estado debe ser objeto de reflexión con un profundo criterio axiológico. (P2) Son muchos los temas a abordar. Simplemente, a título de introducción, vale la pena referirnos a dos de las muchas transformaciones institucionales para una sociedad más digna: (1) Un Gobierno con alta responsabilidad y estrictos controles jurídicos y políticos. La actividad del Congreso de la República no se debe medir por el número de leyes que apruebe, sino por los efectos de su intervención para controlar y hacer universales las medidas del Ejecutivo. Para ello, con el fin de no perder lo alcanzado en términos de democracia, habría que separar las funciones de Senado y Cámara, de manera que el primero, conformado por voto universal, cumpla funciones de control, en tanto que la segunda, integrada por representantes de los distintos factores reales de poder, se ocupe de la función legislativa.
Derivada:
Los magistrados de este alto Tribunal deben tener unas condiciones especiales, por ejemplo, una edad superior a 60 años, un periodo no menor a 10 años y una pensión de retiro que los inhabilite para cualquier otro cargo futuro, de manera que sean verdaderos guardianes de la moral social.
Espero ayude en algo, no soy buena reconociendo tesis. :/