10 virtudes con sus definiciones que en nuestras vidas debemos desarrollar para fortalecer la obesiencia con nuestros padres
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Paciencia
La paciencia es la capacidad de saber esperar de forma correcta, sin perder los papeles. La paciencia puede entrenarse desde pequeños. Responde a un estilo de vida diferente al que estamos acostumbrados con este mundo acelerado e impulsivo. Ahora todo es inmediato: la tecnología nos manda correos, mensajes e información desde las antípodas en cerocoma, y nos vemos obligados a contestar de forma inmediata. Cuando alguien no consigue lo que desea de forma inmediata, se siente frustrado y “atrapado” en el tiempo. De hecho la valoración que suele hacer es de estar perdiéndolo. La falta de paciencia impide vivir de forma plena porque genera en la persona un estado de inquietud, desasosiego y frustración al no poder complacer de forma inmediata sus placeres. Aprende a esperar, proponte incluso el ejercicio intencionado de hacerte esperar para coger una galleta, para contestar un mensaje o para contar algo emocionante a alguien.
Gratitud
La gratitud nos ayuda a valorar todo lo que nos rodea. Con frecuencia nos pasan desapercibidos detalles y experiencias de la vida. No reparamos en ellos y no les damos valor. Damos por sentado lo que tenemos y la gente que nos rodea: amor, comida, tener un coche, tener agua caliente, pasear sin peligro, el colorido del entorno, un abrazo, descansar viendo una serie, una ducha relajante. Estos momentos se han convertido en normales. Para practicar el agradecimiento, trata cada día de dar las gracias a detalles antes de acostarte. Reflexiona o escribe aquello que te reconforta, por pequeño que sea.
Amabilidad
La amabilidad nos abre puertas, permite relacionarnos de forma positiva con los demás. Los otros se sienten bien y queridos cuando te comportas de forma amable. Ser amable es fácil, solo necesitas una sonrisa, un volumen de voz conversacional, ser respetuoso y educado y facilitar las cosas a los demás. Anticiparte a las necesidades de los demás también es una forma de ser amable.
Esfuerzo
Vivir una vida plena supone alcanzar objetivos que mejoran nuestra calidad de vida, nuestro estado de salud, la profesión que ejercitamos o incluso las relaciones que mantenemos. No basta con desear una vida mejor, tenemos que esforzarnos para conseguirla. Un cambio implica organización, dejar hábitos para aprender otros, realizar actividades de manera distinta, equivocarse, volver a empezar. El esfuerzo, la capacidad de trabajo y el sacrificio forman parte del cambio.
Bondad
La persona bondadosa no anticipa que la gente le va a fallar, confía y cree en las personas a pesar de sus malas experiencias. La persona bondadosa no mide, se entrega y es generosa. No malinterpreta. Ser bondadoso es compartir lo que tienes, tus ideas, tu trabajo, tu casa, tu comida, tus valores, tu tiempo. La buena gente está más expuesta a que otros puedan fallarles, pero viven con más tranquilidad y serenidad que los que están esperando encontrarse con la deslealtad o el fallo del otro.
Perdón
Perdonar es una de las claves de la paz interior. ¿No os parece que el pedrusco del rencor es demasiado pesado para cargar con él? El rencor te lleva a sentir ganas de venganza, a estar pendiente de quien te ha ofendido y a desearle que tenga una mala vida. No perdonar es una forma de seguir atento a quien te hizo daño y de seguir dándole valor. Pero cuando perdonas, dejas ir. El perdón no necesita restablecer la relación. Puedes perdonar a alguien sin que ese alguien se entere que lo has hecho. Perdonar es más una experiencia interna que te libera del dolor. Para perdonar puedes trabajar la empatía o la aceptación. Sin más explicación. Y es que no todo tiene una explicación justa.
Esperanza
Si no es ahora, ¿cuándo? Hay gente que se desespera con la inmediatez. Cree que si no tienen ahora lo que desean es mejor no tenerlo. Se enrabietan, se desesperan, pierden la templanza y la capacidad de espera. Y con ello, pierden también oportunidades. La esperanza nos mantiene positivos, fuertes y con ilusión. Creer que algo llegará te lleva a involucrarte con ello, a esforzarte, porque sabes que al final, tienes premio. Y si no, te queda el aprendizaje de saber esperar y comprometerte con algo. Tener esperanza no es ser un iluso. Las personas con esperanza no la tienen en que un día les toque la lotería. La tienen porque confían en las personas, en la ciencia, en los avances, en los cambios. Tener esperanza no es perder el tiempo en asuntos imposibles. Es no cerrar la puerta mientras sigues trabajando en tu camino.
Resiliencia
Una vida plena necesita empuje, fuerza, capacidad de reacción.
Serenidad
Vivir con serenidad no es vivir aplatanado. Es decidir qué ritmo tiene la vida. Es elegir qué batallas merecen la pena.
Sentido del humor
Ver el lado humorístico de la vida es tener control sobre nuestra vida. Saber trivializar, frivolizar, decidir el valor que tienen los problemas, aun siendo reales, nos da seguridad.