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África tuvo mala suerte: África es un tesoro. La geografía lo ha dotado de una riqueza natural incomparable, y la geología lo ha colocado al lado del Viejo Continente. Dos hechos que, dado que los europeos tenían la capacidad técnica de aterrizar en costas extranjeras, llevaron a este bendito tesoro, lleno de recursos naturales, a convertirse en un obstáculo para África.
A lo largo de la historia, los africanos apenas se han beneficiado de sus riquezas. Un extraño siempre ha estado por delante de ellos. En este artículo, damos una breve reseña del proceso de colonización que África ha sufrido y sufrido desde principios del siglo XIX.
1800-1880 África antes de la colonización europea
En 1820, los ejércitos egipcios comenzaron a avanzar hacia el sur, hasta el Nilo. En pocos años, Mehmet Ali tomó el control de las tierras de Nubia y Sudán, ricas en recursos y esclavos. Egipto fue uno de los cinco estados africanos que podemos describir como modernos y que no estaban bajo el control de los europeos. Los otros tres estados indígenas que coexistieron en el continente fueron Marruecos, el Imperio Otomano (su rama libia), el Sultanato de Zanzíbar (en la costa este) y el Estado Afrikaner al norte de la Colonia del Cabo, que aunque 'es un país El "blanco" puede considerarse como un Estado puramente africano (sus habitantes no eran europeos).
Lo que caracterizó a estos cinco países fue su condición de africanos (no eran colonias de países extranjeros) y su progreso tecnológico (es por eso que eran modernos). Tenían ejércitos que sacaban armas de fuego modernas y comerciaban con potencias europeas. Podemos decir que a principios del siglo XIX, fueron las cinco excepciones en el continente africano.
En África, predominaban los estados tribales, pequeños territorios gobernados por monarquías familiares históricas, como los Reinos Mossi. La mayoría de estos estados