Respuestas
Respuesta:
A la mañana siguiente, Ana vuelve al tabernáculo con Elqaná. Sin duda, le ha contado lo que le pidió a Jehová y la promesa que le hizo, ya que la Ley mosaica establece que el esposo tiene el derecho de anular un voto que la esposa haga sin su consentimiento. Pero este hombre fiel no lo anula, sino que, junto con Ana, adora a Jehová en el tabernáculo antes de volver a casa. Ana se siente tranquila y en paz. Entonces, unos meses después, descubre algo que la llena de alegría: ¡está embarazada! Ahora bien, no olvida que es a su Padre celestial a quien le debe esa hermosa bendición. Al nacer su hijo, lo llama Samuel, que significa “Nombre de Dios”; es evidente que se refiere a invocar el nombre divino, que es lo que ella había hecho al acudir a Jehová. Durante los siguientes tres años no se une a su esposo y al resto de la familia en el viaje a Siló, sino que se queda en casa con el pequeño hasta que deja de amamantarlo. Entretanto, va armándose de valor para el día en que tenga que separarse de su querido hijo.
Explicación:
Espero que te sirva :))