Respuestas
Muchas veces surge la duda entre comprar una vivienda antigua o una nueva. La principal ventaja de comprar una casa antigua es su ubicación. Al ser más antiguos, se encuentran más cerca del centro de las ciudades; en contraposición con las viviendas nuevas que suelen estar en las afueras. Las viviendas antiguas cuentan con mejores servicios y transportes públicos, además de beneficiarse de una arquitectura y de unas fachadas que, normalmente, tienen que mantenerse tal y como están. La renta de estas casas suele ser menor que la de una vivienda nueva, lo que sería beneficioso tanto para el alquiler como para la compra (a la hora de pedir una hipoteca).
Cuanto más antiguo sea el piso, mejor ubicado estará y menor carga financiera supondrá.
Las principales desventajas de este tipo de inmuebles son que no suelen contar con facilidades para personas discapacitadas. También pueden encontrarse casas desocupadas, lo que promueve el asentamiento de personas marginales en los edificios. Hay que mirar bien si las instalaciones de agua, gas, electricidad, etc. se encuentran en perfectas condiciones, ya que si no habría que cambiarlas y esto supondría un coste.
Al adquirir una casa antigua hay que tener muy en cuenta su estado de conservación, ya que de esto dependerán sus comodidades. También es muy importante mirar el estado de conservación del edificio.
Se suele decir que las viviendas antiguas, al estar mejor ubicadas, son más pequeñas que las nuevas. Esto va a gusto de cada uno, pero la mayoría de la gente prefiere una casa más grande si cuenta con un buen transporte público.
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