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La bahía de Santa Marta, Colombia, luce azul y despejada ante la ausencia de turistas, embarcaciones y cruceros. Ante este positivo impacto ambiental, manadas de delfines se reúnen ofreciendo un espectáculo natural único para quienes desde sus balcones las observan. Algo inusual, pues estos animales suelen estar mar adentro, pero se sienten particularmente atraídos ante la presencia de otros peces en las costas por esta época.
Algo parecido sucede en Cartagena de Indias, en donde sus aguas recobraron su cristalino color turquesa y cardúmenes de peces se dejan ver a simple vista. Una buena señal del impacto ambiental que deja la cuarentena en el país, gracias a la suspensión de las actividades marítimas y a la presencia de turistas.
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