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Respuesta:
La reconquista supuso le necesidad frecuente de contingentes militares. El monarca era quien dirigía y convocaba al ejército, del que era el mando supremo.
Las características del ejército en esta etapa son: que no era un cuerpo armado de forma permanente, excepto la milicia real o mesnada de hombres que acompañaba al rey.
En el siglo XI surgen las guarniciones en los castillos, encargadas de velar y vigilar los mismos, con ayuda de mercenarios. Así pues, los soldados se reclutaban para la ocasión. A fines de la Baja Edad Media un importante eslabón de la cadena militar lo formaron las Ordenes militares, que reunían la doble condición de institución religiosa y militar. Al desaparecer las milicias señoriales y concejiles manteniéndose las mercenarias junto con el reclutamiento forzoso, se sentaron las bases del ejército moderno, que siguió contando con la aportación de la nobleza y de las órdenes militares.
La estructura del ejército en la Baja Edad Media estaba formada por tropas a caballo (nobleza) y tropas de a pie o infantería (clases sociales inferiores). Los habitantes de las ciudades no pertenecientes a la nobleza (villanos), pero con capacidad económica para costear caballo y armas conformaron la caballería villana. Esta institución permitía al rey contar con un ejército potencial presto a acudir a su llamada. Los caballeros villanos mediante este sistema tenían la posibilidad de acceder a la nobleza aunque fuera a su escalón inferior, lo que entre otros privilegios confería la exención del pago de tributos.
Los oficiales militares más relevantes eran: Almirante (oficial creado en tiempo de Fernando III para mantener la defensa y la expansión marítima, y que representa la máxima autoridad naval; se trata de una figura paralela a la del Adelantado, y por tanto, tiene atribuciones judiciales); capitán del mar (ligado al Almirante); Condestable (supremo jefe del ejército de tierra, que actúa en sustitución del rey. También administra justicia) y Mariscal. En Aragón la marina llegó a formar una de las flotas mas poderosas del Mediterraneo.
Explicación:
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Respuesta:
Por guerra medieval se entiende el tipo de guerra librado en el período histórico de la Edad Media, definida por las características propias del tipo de enfrentamientos librados en esta época, basados en el control de plazas fuertes. La visión tradicional de las guerras europeas de la Edad Media sostenía que los caballeros eran los dueños de los campos de batalla. Estos se lanzarían a la carga diezmando y arrollando a la infantería campesina que encontraban a su paso, mientras sus afines corrían a su encuentro para decidir el resultado del enfrentamiento.
Según esta versión, el poder de los jinetes acorazados a caballo habría acabado cuando la infantería, gracias a las armas de fuego y a las técnicas de formaciones compactas de piqueros y alabarderos, recobró su poder en la batalla. Esta visión, alimentada por el arte y las crónicas de la época, mostraba a los nobles combatiendo a caballo e ignorando a los plebeyos y campesinos que luchaban a pie. Todo esto ha demostrado ser falso, pues las tropas de infantería eran una parte importante de los ejércitos medievales. Estas tropas luchaban cuerpo a cuerpo y a modo de tropas de artillería (con arcos, ballestas y más tarde con pistolas). La infantería jugaba un papel crucial en los asedios contra posiciones fortificadas.
Las guerras medievales se resumen en asedios y guerra de desgaste. Esta última variante, consistente en operaciones de pillaje llamadas cabalgadas, algaradas o algaras, lograba objetivos tan variados como el debilitamiento y la desestabilización política de los rivales, ganancias de botín, abastecimiento de tropas, etc. Los enfrentamientos entre ejércitos en campo abierto eran infrecuentes. Eran más comunes y decisivas las maniobras para tomar castillos y ciudades mientras se evitaban batallas que supusieran pérdidas elevadas. Los soberanos llegaron incluso a prohibir a sus ejércitos entablar batallas que pudiesen resultar decisivas.1 En las pocas ocasiones en que podía tener lugar una batalla campal, resultaba probable que la victoria fuera para el bando que hiciera mejor uso de los componentes principales del ejército medieval: la tropa de infantería, la caballería y los arqueros junto con la primitiva artillería. Otros factores de importancia eran la moral, el liderazgo, la disciplina y la táctica, así como el conocimiento del terreno.