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Los problemas ambientales que sufre Chone desde hace varios años no tienen solución. Aunque las autoridades municipales han intentado en algo controlarlos no hay una respuesta favorable de la comunidad, aunque existen ciertas ordenanzas municipales tampoco el ente competente o regulador las ha aplicado.
Boris Zambrano Cabrera, experto en arqueología y gestión ambiental, afirmó que hay problemas ambientales puntualizados por su ubicación por ser más notorios en unos lugares y consecuentemente generan mayor afectación, como por ejemplo las estaciones de buses de servicio urbano o las mini terminales de cooperativas de transporte.
En el caso del ruido generado por vehículos, por equipos industriales o musicales, éste afecta directamente a la salud humana en lo referente a la audición y al aumento del stress.
Además, los cuellos de botella que se generan en las horas pico en los establecimientos educativos. Desde su punto de vista, el mayor problema es cultural, relacionado con el comportamiento de la población “porque los seres humanos somos los causantes de la contaminación que nos rodea”, aseguró Zambrano.
Dice que la solución reside en el hecho de asumir esta problemática como urgente, porque no hay mucho tiempo ya que cada año el ambiente se deteriora, mediante campañas educativas apropiadas que no sólo sean charlas magistrales, sino que comprendan un proceso de concienciación ciudadana. Las aguas servidas son otro problema, ya que algunas secciones del sistema están colapsadas provocando la contaminación de las fuentes de agua, malos olores y la proliferación de vectores que transmiten enfermedades, según el análisis.
Afirma que alrededor del 57% de la ciudad tiene alcantarillado sanitario. El resto utiliza pozos sépticos. Se continúa ampliando el sistema actual con redes secundarias y terciarias sobrecargando a las estaciones de bombeo sin que se amplíe la laguna de oxidación.
Agrega que se realiza un inadecuado manejo de la laguna de oxidación, ubicada en la vía Chone-Canuto pero no hay tratamiento de las aguas servidas de la ciudad. Además la falta de lagunas de reservas y facultativas, provocando todos los problemas ya conocidos.
Aguas bombeadas
Según Boris Zambrano, las aguas servidas de la ciudad son bombeadas por dos sistemas, uno en Santa Marta y otro en la Av. Amazonas. No se conoce de volúmenes de líquidos y sólidos en dispersión. En 2003 y en años posteriores se presentó al cabildo una propuesta para la construcción de otras piscinas facultativas a fin de dar un tratamiento completo a las aguas servidas y supuestamente nunca fue tomado en cuenta.
Desde su utilización a principios de la década del 80, las aguas son llevadas a la laguna de oxidación y cuando se llena se vierte por una tubería hacia el caudal de encauzamiento, aseguró.