Respuestas
Su primer gobierno fue difícil: en 1831 enfrentó con éxito una rebelión de Luis Urdaneta y en 1832 libró una guerra con Colombia, que no estaba dispuesta a perder un pedazo de su territorio sin oponerse.
En 1833 castigó con dureza a varios batallones alzados y golpeó con mano de hierro a los ideólogos llamados utilitaristas. Además, le tocó enfrentar al que fue su vicepresidente, Vicente Rocafuerte, y desbaratar la denominada Revolución de los chihuahuas (1832-1834), y así evitar una secesión en el norte del país.
En el ámbito gubernamental se enfrenta con problemas de presupuesto, crea varias leyes impositivas, gesta un pacto de no agresión entre los distintos grupos oligarcas y logra la adhesión de las Islas Galápagos.
Segundo gobierno (1843)
En su mandato transitorio, Flores negocia con su enemigo Rocafuerte. También debe reducir un alzamiento en Pasto, al norte.
Y por si fuera poco, también debe enfrentar una epidemia de fiebre amarilla que llevaron a Guayaquil unos marinos provenientes de Panamá, la cual diezmó la ciudad portuaria.
Tercer gobierno (1839-1845)
En su tercer mandato logra leyes monetarias y enfrenta a falsificadores de la moneda oficial. Como presidente también promueve una constituyente y aprueba la Constitución de 1843, donde logra pasar un articulado que garantizara su reelección.
Impone nuevos impuestos que favorecen a la oligarquía de la Sierra en contra de los de Guayaquil. También construye escuelas públicas donde los hijos de los indígenas, esclavos y pobres mestizos pudieran estudiar gratuitamente.
Al final, en 1846 se organiza un movimiento en su contra y lo expulsan del poder. Se firma un documento denominado Pronunciamiento Popular de Guayaquil, y Flores Aramburu sale al destierro.
Vive en Europa, luego viaja a Estados Unidos, a Venezuela y a Chile, mientras fragua unos planes para retomar el poder en Ecuador. Todos les van fallando, pero en 1860 la situación se había vuelto muy difícil dentro de las fronteras ecuatorianas.
Había cuatro grupos disputándose el gobierno, y el presidente del momento, García Moreno, le solicita su ayuda.
Flores dirige un ejército y derrota al general Guillermo Franco quien, con el apoyo de Francia, estaba en la zona portuaria. Esa acción se denominó la batalla de Guayaquil.
Tres años más tarde, con 63 años, debe salir de su retiro a comandar de nuevo el ejército para combatir contra las milicias colombianas, y es derrotado en los campos de Cuaspud.
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