¿Cuáles son los factores que favorecen la desnutrición en el anciano?
Respuestas
Respuesta:
Uno de los factores de riesgo de desnutrición en el anciano son los muy frecuentes problemas dentales denominados fisiológicos o ligados a la edad poniéndose de manifiesto en forma de pérdida dental o bien debido a dentaduras no bien adaptadas, que comprometen la masticación e inducen una inadecuada selección de alimentos, favoreciendo un ingreso de alimentos deficitario. Y pueden favorecer la aparición de desnutrición.
Explicación:
Los ancianos son el grupo de edad que más fármacos consumen, aproximadamente el 50 % del total del gasto farmacéutico. Existen multitud de fármacos que pueden influir tanto en la absorción, metabolismo y excreción de nutrientes, como en la sensación de apetito. Es preciso hacer una historia farmacológica completa que incluya todos los medicamentos recetados por el médico y los que el anciano toma por su cuenta (analgésicos, laxantes, ansiolíticos, entre otros). Cuantos más fármacos se consumen más posibilidades de presentar problemas nutricionales
Explicación:
Uno de los factores de riesgo de desnutrición en el anciano son los muy frecuentes problemas dentales denominados fisiológicos o ligados a la edad poniéndose de manifiesto en forma de pérdida dental o bien debido a dentaduras no bien adaptadas, que comprometen la masticación e inducen una inadecuada selección de alimentos, favoreciendo un ingreso de alimentos deficitario. Y pueden favorecer la aparición de desnutrición.
En un estudio realizado en 400 adultos mayores de Perú se encontró que el 98,0 % eran edéntulos parciales o totales y los autores creen que esta sea la causa principal de que el 68,22 %, de ellos, estuvieran malnutridos.(23)
Se evaluaron 438 mexicanos: 76 edéntulos, 113 con 1 a 10 piezas dentales, 124 con 11 a 20, y 125 con 21 o más dientes. Trece de los ancianos edéntulos no usaban prótesis dentales. La ingesta calórica y el consumo de nutrientes fueron menores que los valores recomendados para esa población. Las personas sin dientes tienen una menor ingesta calórica y un menor consumo de carbohidratos, proteínas, fibra dietética, calcio, hierro y vitaminas B1 y B3, en comparación con las personas con dientes o las que usan dentaduras artificiales. Lo que certeramente los hizo concluir que el estado de salud bucal, particularmente el número de dientes, está asociado con el estado nutricional de los ancianos.(24)
En la investigación “El ABC de la salud”, participaron 3 075 adultos mayores, entre 70 y 79 años de edad, de Pittsburgh y Memphis. Como parte de este estudio se comparó, entre edéntulos y déntulos, la ingesta de nutrientes, variables antropométricas, los cambios de peso, la albúmina y las concentraciones de lípidos y se constató que el edentulismo está significativamente asociado con el estado nutricional.(25)
Factores de riesgo bien conocidos por su vinculación a la malnutrición son los relacionados con los aspectos socioeconómicos como son los bajos ingresos que impiden obtener todo el alimento necesario para una adecuada nutrición.
En esta investigación, el hecho de que los bajos ingresos no se relacionara con los déficit nutricionales según los indicadores antropométricos estudiados es uno de los hallazgos más interesantes de este estudio y pudiera explicarse porque nuestro sistema garantiza similitud en la accesibilidad y utilización de los recursos para toda la población, siendo considerado como universal, gratuito y equitativo.
Los medicamentos utilizados en el tratamiento de las múltiples enfermedades crónicas que acompañan al envejecimiento pueden ser anorexígenos o impedir la absorción de determinados nutrientes, en éste sentido se conoce la nefasta influencia de la polifarmacia sobre el estado nutricional.(31)
Los ancianos son el grupo de edad que más fármacos consumen, aproximadamente el 50 % del total del gasto farmacéutico. Existen multitud de fármacos que pueden influir tanto en la absorción, metabolismo y excreción de nutrientes, como en la sensación de apetito. Es preciso hacer una historia farmacológica completa que incluya todos los medicamentos recetados por el médico y los que el anciano toma por su cuenta (analgésicos, laxantes, ansiolíticos, entre otros). Cuantos más fármacos se consumen más posibilidades de presentar problemas nutricionales.(32)
El tabaco puede producir desnutrición principalmente al disminuir el apetito, pero también al aumentar las necesidades de determinados nutrientes, como por ejemplo la vitamina C, se ha descrito como los fumadores tienen unas necesidades de esta vitamina hasta 60 veces mayores que los no fumadores.(33)
El alcohol es capaz de cubrir parcialmente las necesidades de energía del organismo desplazando a los restantes nutrientes de la dieta. Las bebidas alcohólicas no contienen generalmente proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes, por lo tanto, la ingestión de estos puede convertirse en francamente deficitaria en el caso del consumo regular de alcohol. Hasta la década del 60 las secuelas metabólicas del alcoholismo se atribuían únicamente a deficiencia dietaria.(35)
Se concluye que los centenarios diabéticos que presentaron dificultad en las actividades diarias, ingestión de bebidas alcohólicas, deterioro cognitivo, mostraron desnutrición, para este último se encontró asociación estadísticamente significativa con la circunferencia de la pantorrilla. Globalmente los ancianos con problemas dentales tienen valores promedios antropométricos por debajo de los que no los presentan. El resto de los factores de riesgo de malnutrición estudiados no tuvieron implicación en el estado nutricional de los centenarios diabéticos.