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Respuesta:Parece paradójico que aquellos encargados de velar por que existan garantías que permitan a los colombianos votar, no puedan hacerlo. Las Fuerzas Militares (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) y la Policía Nacional suman alrededor de 500 mil hombres y mujeres en servicio activo. Ellos son los que, como explica el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, se despliegan para la época electoral “de forma efectiva a lo largo y ancho del territorio nacional, con todos sus recursos humanos y tecnológicos”, en aras de cumplir con su función constitucional de “ser garantes de la democracia”. Para las elecciones del 27 de mayo, la Fuerza Pública actuará conforme al Plan Democracia 2018, que tiene como fin asegurar que sean, de acuerdo al presidente Juan Manuel Santos, “las más tranquilas en más de medio siglo”.
Ningún miembro activo de las Fuerzas Armadas puede ejercer el derecho al sufragio desde 1932, cuando en el gobierno de Olaya Herrera, atendiendo a la propuesta de los propios mandos militares de la época, se les privó de este derecho. Así lo cuenta Adolfo Atehortúa en su libro Construcción del Ejército Nacional en Colombia, 1907-1930; y así, lo explicó también el ya fallecido general Álvaro Valencia Tovar, historiador y excomandante del Ejército Nacional en 1975. Quienes conocieron a este renombrado oficial y atendieron a sus ideas, afirman que era un férreo opositor de que a los militares se les restaurara el voto porque suponía un riesgo para el ejercicio de su función constitucional politizar a las instituciones castrenses.
Si bien en un principio fue acertada la prohibición del voto militar, estamos en mora de restaurar ese derecho a los miembros de la Fuerza Pública, explica Carlos Arturo Velásquez, coronel de la Reserva Activa del Ejército y asesor en Memoria Histórica Militar para el Sector Defensa. A su juicio, la consigna del presidente Alberto Lleras Camargo de que “los militares a los militares y los políticos a los políticos” se convirtió en una premisa que, aunque en algunas épocas protegió la polarización política de las Fuerzas Armadas, ha generado lo que él llama “una castración mental del pensamiento político” a los ciudadanos que portan las armas del Estado. Para el coronel Velásquez, privar a los militares de su derecho al voto es perjudicial tanto para su condición de ciudadanos como para el ejercicio de su función en la institución.
No hay justificación para “que el militar deje de ser ciudadano deje de ser político”, pues la misma esencia de su oficio “les obliga a mirar el país desde una perspectiva estratégica en el ámbito social, económico, etc.”, explica Velásquez. Asegura también que la injerencia de los militares activos en el Gobierno no será una consecuencia del reconocimiento de este derecho ciudadano, pues la misma doctrina castrense instruye a los militares en el respeto hacia el Estado y en que el deseo de pensar políticamente “es diferente a querer hacer política”. Es, para el coronel, poco aceptable que Colombia siga siendo uno de los pocos países en el mundo en el que exista y persista esta restricción constitucional.
Explicación: ESTA ES LA RRESPUSTA ESPERO AVERTE AYUDADO