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Aunque la evaluación correcta de un candidato que postula a un puesto de trabajo debería realizarse únicamente desde la empresa o el departamento de RRHH, es muy típico pedir referencias o una valoración del candidato a empresas en las que trabajó anteriormente, y que sirve para verificar lo expuesto en el currículum, o lo dicho por el candidato durante la entrevista, así como para resolver ciertas incoherencias que el entrevistador pueda haber detectado.
Si te encuentras en búsqueda activa de empleo, es necesario tener control sobre las referencias y cartas de recomendación que pudieran solicitarte. Prepárate y analiza muy bien a cada uno de tus contactos, eligiendo y elaborando con anticipación una lista de las personas más adecuadas que puedan dar razón de tu buen hacer.
Carta de recomendación laboral o académica
La carta de recomendación laboral debe estar redactada por alguien que te conozca bien, que haya trabajado contigo anteriormente y emita un juicio imparcial acerca de tus habilidades y personalidad. Lo habitual es que sea redactada por un superior jerárquico o por un responsable de Recursos Humanos.
Cuando se habla de carta de recomendación parece que sólo puede elaborarse cuando se tiene experiencia laboral, pero es un error, puedes solicitar una carta de recomendación académica que destaque tus cualidades y habilidades o logros académicos. No dudes en pedir este tipo de carta a algún profesor con el que tengas contacto y conozca tu grado de responsabilidad, disposición para cumplir los logros, tu nivel de competitividad…Pero ten en cuenta que es aconsejable contar con un expediente académico bueno, porque la propia carta perdería su validez si el expediente fuera mediocre.
A tener en cuenta
Te recomiendo no adjuntar la carta de recomendación con el currículum vítae. Es mejor tenerla preparada y entregarla de forma proactiva durante la entrevista, aunque no te la hayan solicitado. No es lo habitual, y debes pensar en la impresión positiva que causarás al entrevistador. El objetivo de un candidato en un proceso de selección debe ser diferenciarse, y aunque tu experiencia y formación pueda ser parecida a la de otro candidato, tú aportas algo distinto entregando una carta de recomendación. Ten en cuenta que cuando un candidato posee una carta de recomendación, significa que su paso por la empresa fue cuanto menos notable y su salida no resulto especialmente traumática para ambas partes.
Si dispones de un perfil en LinkedIn, puedes suplir dicha carta mediante la recomendación aportada por tus contactos, pero piensa que nunca tendrá el mismo valor, debido al abuso que se ha realizado de esta herramienta y que ha llevado a la frase “Eres más falso que una recomendación en LinkedIn”.
Te preguntarás que sucede si no se dispone de una carta de recomendación debido a que se tienen malas referencias, para ello te invito a leer este post de Montse Mateos
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