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Los Patriarcas son los antepasados seminómadas procedentes de Mesopotamia en los que Israel descubre sus orígenes. Su historia se relata en el libro del Génesis a partir del capítulo 12. Abraham procede de un clan politeísta pero descubre a un Dios desconocido que se le revela. Abraham confía en ese Dios que le promete una descendencia numerosa y una tierra y con Él hace un pacto.
En la descendencia del hijo de la promesa, padre de Jacob, que con su hijos emigra a Egipto, encuentra Israel el origen de las tribus que componen el pueblo que posteriormente se constituyó. El éxodo es el hecho fundamental para la Historia de Israel y en el cual sitúa su nacimiento como pueblo. Este hecho liberador, narrado en los libros del Éxodo y Números, es la clave de la historia de la religión de Israel. Según la interpretación de estos libros, Yahveh, que se revela a Moisés como el Dios de los Padres con lo cual los redactores quieren dar continuidad a la revelación primitiva, los israelitas vivían esclavizados en Egipto y les liberó con mano poderosa en la noche del primer plenilunio de primavera.
La Revelación de Moisés a Yahveh que le encomienda a Moisés la misión de liberar a su pueblo .
Sus protagonistas principales son Yahveh e Israel y secundarios, Moisés y el faraón
No hay que olvidar, al leer estos relatos, que no se entiende la Historia en el sentido que hoy damos al término, sino que los hechos son vistos ante todo con una perspectiva y finalidad religiosas, por ello se presentan bajo la luz de lo maravilloso, con una constante intervención de Yahveh, pero sin negar las reacciones paradójicas del pueblo. Todo ello para poner de manifiesto que Israel tiene conciencia de haber sido elegido por Yahveh por puro amor, que lo ha liberado portentosamente de la opresión, ha hecho con él una alianza y lo ha conducido a la tierra que había prometido a sus antepasados. El Éxodo es constante referencia en el esfuerzo por mantener la fidelidad a su fe. Está descrita en los libros de Josué y Jueces y se fecha en torno a 1200-1000 aC.
En este libro no faltan los hechos prodigiosos y parece que los israelitas ocupan todo el territorio. Sin embargo, el libro de los Jueces presenta una penetración lenta y difícil donde los clanes hebreos que han hecho el éxodo ocupan sólo las montañas desguarnecidas, están, con frecuencia, a merced de los filisteos y otros pueblos, surgiendo personajes carismáticos que ocasionalmente los liberan o les llevan a conseguir alguna conquista. Asimismo deja patente la precaria cohesión de las tribus. El sistema de los jueces había fracasado y sintieron la necesidad de tener un rey como los demás pueblos.
Sin embargo tampoco parece que los autores de estos libros estuvieran convencidos de que este sistema fuera bueno. De muchos de los reyes se dice que actuaron mal ante los ojos de Yahveh. Bajo su reinado se consiguió la unidad de las tribus, mantenida por su hijo Salomón, y el reino alcanzó su mayor extensión. Pero ya con Salomón la monarquía entra en decadencia poniéndose de manifiesto la poca solidez de los lazos que unían a las tribus.
A la muerte de éste, el reino se divide en dos, el del Norte o Israel con diez tribus, bajo Jeroboam y el del Sur o Judá, con una sola tribu, regido por Roboam. El reino del Norte fue conquistado por los asirios en el año 721 aC, desapareciendo sus tribus. Por influencia del profeta Ezequiel, los exiliados descubren que Yahveh también marchó con ellos, empiezan a reunirse en grupos donde reviven y renuevan sus tradiciones, recuerdan las causas de sus males, oran... Así nace la sinagoga. Los deportados pudieron volver por el edicto de libertad dado por Ciro el Grande , cuando sus tropas de medos y persas conquistaron Babilonia.
A partir del regreso del exilio, Israel pierde toda importancia política pero desarrolla una profunda labor cultural y espiritual. Ha renunciado definitivamente a la tentación de los dioses y afirma su fidelidad a Yahveh. En este tiempo se redactaron definitivamente muchos libros del Antiguo Testamento y aparecen otros nuevos. Asimismo aparece una nueva clase de hombres, los sabios, que toman el relevo de los profetas en la tarea de educar y dirigir al pueblo.
orque en la Biblia no encontramos teología en el sentido actual de la palabra, tampoco encontramos una definición de Dios o la demostración de su existencia. Es por medio de los acontecimientos como Israel conoce a su Dios y tiene certeza de su presencia y de su actividad salvadora a favor de su pueblo. Yahveh es el único Dios a quien Israel ha de adorar y servir, porque es su Dios que por su parte ha de protegerles. Este concepto era general en todos los pueblos del Oriente Medio Antiguo, pero Israel se diferencia de los demás en que no tiene más que un Dios, frente al politeísmo de las otras religiones que muchas veces identifican sus dioses con las fuerzas y fenómenos de la naturaleza.