ESTUDIO DE CASO: El grupo de nutrición y la cooperativa

Las mujeres estaban muy preocupadas por la desnutrición en su zona. El número de niños y niñas que

enfermaba y moría de diarrea aumentaba. Otros tenían síntomas de marasmo. Ellas se enteraron de que la

iglesia estaba dando leche gratis a los clubes de nutrición y decidieron formar un grupo. Dos veces a la semana

se reunían en la iglesia para recibir y distribuir la leche. La ayuda las alivió un poco, pero no fue suficiente como

para resolver el problema. En sus reuniones, las mujeres conversaban sobre cómo podrían contribuir más. En

la zona existía un Comité de Desarrollo formado por representantes de los proyectos en ejecución, incluyendo

los grupos de iglesia. El Comité de Desarrollo es responsable de todos los proyectos, incluso de obtener fondos

de las agencias donantes. Una de las mujeres del grupo conversó con uno de los miembros del Comité sobre

sus problemas. Él le habló de un club de nutrición más antiguo que les podía enseñar nuevas recetas y

ayudarlas a sembrar huertos. Poco tiempo después, las mujeres tomaron contacto con el club de nutrición del

pueblo. Este envió a una persona que les enseñó a preparar pasteles y buñuelos y les explicó la composición

de una dieta balanceada (harinas, grasas, vitaminas y proteínas). Desafortunadamente, el grupo no pudo

preparar las recetas debido a la escasez de aceite de cocina y al precio de la harina. Entendieron lo que era

una dieta balanceada, pero no podían comprar carne o pollo, ni siquiera pescado -algo que pocas personas se

podían permitir-. Les habían dicho que el maní era un buen alimento, pero ya no lo cultivaban. La tierra en la

que antes crecía la usaban ahora para cultivar algodón y tabaco. Los huertos fracasaron debido a la falta de

agua. El arroyo más cercano estaba a dos kilómetros de distancia y las mujeres no tenían tiempo para ir a

recoger agua para el huerto. Muchas de ellas pasaban muchas horas comprando vegetales de un agricultor

local y yendo al mercado para venderlas. En otros momentos del año, estaban muy ocupadas trabajando en las

parcelas. En la zona también existía una cooperativa formada por algunas personas que trataban de aumentar

sus ingresos trabajando juntas. Inicialmente, implementaron un vivero de peces, junto al arroyo. Ahora quieren

empezar a criar aves de corral. Algunos de los miembros de la cooperativa eran hombres cuyas esposas

pertenecían al grupo de nutrición, pero ellos nunca asistían a las reuniones y no sabían nada sobre eso. De las

ganancias que obtenían de la venta del pescado, algunos hombres entregaban un poco de dinero a sus esposas

y ahorraban una parte para comprar animales para el nuevo proyecto. El resto lo gastaban en los viajes al

pueblo y en cerveza. Al llegar a casa, esperaban que sus mujeres les sirvieran una buena comida, aunque otros

miembros de la familia no hubieran comido. Los hombres veían que sus hijos e hijas enfermaban y morían y se

preguntaban si sus esposas realmente aprendían algo en el grupo de nutrición. Preguntas para la discusión:

1. ¿Cuáles son los asuntos de género en esta historia? (acceso y control)

2. ¿Cómo plantearía estos temas, con las contrapartes (el Comité de Desarrollo) o con los grupos?

3. ¿Cómo se podría mejorar la situación?​

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