Respuestas
Respuesta:
La peste llegó a Buenos Aires en enero de 1871. Todo parece indicar que los vectores de la enfermedad llegaron en un barco procedente de Asunción del Paraguay y encontraron muchos sitios propicios para reproducirse en los innumerables charcos y pantanos de las zonas cercanas al puerto.
El número de muertos se fue incrementando día a día hasta llegarse el 10 de abril al récord de 563 muertos en un solo día.
La cifra oficial de muertos fue de 13.614.
Respuesta: temático sobre el cual se trabajará, por tanto
se debe tener presente que la elección de un
recorte temático trae consigo una selección
de escala, que mostrará con mayor énfasis un
proceso por sobre otro. Esta operación de
selección muchas veces pasa inadvertida o
poco reflexionada, ya que en muchas
oportunidades las discusiones sobre el tema y
la forma en que fue abordado llevan
implícitamente cerrada la discusión sobre la
escala. A los efectos de explayarme sobre
este tema, mencionaré ciertas cuestiones que
surgieron en el proyecto en el que me
encuentro. Particularmente, en los trabajos
mencionados sobre la epidemia de 1871, pero
bien puede pensarse para el estudio
historiográfico de las epidemias, primó un
nivel de escala temporal y espacial bien
delimitado pero poco discutido y sobre el que
me interesa desplegar.
En primer lugar se puso geográficamente
foco en las ciudades donde ocurrían las
epidemias como el marco de referencia sobre
el cual trabajar, así como se definió
temporalmente una escala temporalmente
acotada al año o los meses en los que
ocurrieron los flagelos.1
Frente a esta escala
de análisis definida, un hecho puntual
ocurrido en las epidemias cobra una
interpretación particular: me refiero a la
huida a la campaña bonaerense ante la
epidemia (en el caso de la epidemia de 1871
fue durante los meses de febrero y marzo).
Este hecho aparece definido como un
fenómeno espontáneo y originado por el
pánico ante la epidemia, destacando en
algunos pasajes el rasgo irracional de la
huída, el abandono de sus pertenencias y
familiares, etc. Sin embargo, en un
acercamiento a los textos y fuentes
primarias, la huida a la campaña no parece
tener el rasgo de espontaneidad e
irracionalidad con la que se la caracteriza.
Revisando las epidemias con las que se
compara a la de 1871 (como la ocurrida en
Buenos Aires en 1867, la acontecida en
Rosario ese mismo año, la ocurrida en
Corrientes en 1870 por mencionar sólo
algunas) en todas se aparece la huida a la
1 Se debe mencionar que principalmente en los trabajos
de más largo aliento existen menciones a períodos y
epidemias anteriores, pero no prima un análisis que
integre ese pasado a formas de entender la epidemia y
se utilizan más como contexto sobre el cual pensar el
fenómeno. (Scenna,1974; Ruiz Moreno, 1949)
campaña por parte de los sectores pudientes
primero, pero luego por todo aquel que tenía
los mínimos recursos para hacerlo.
Me interesa destacar que este carácter
espontáneo e irracional de la epidemia esta
atado fuertemente con la escala “micro” con
la que se mira a un hecho (en este caso la
epidemia) en tanto es concebido como un
episodio traumático que golpea la
cotidianeidad de una sociedad, y más aún en
los casos vistos, de una ciudad. Sin embargo,
en cuanto se amplía la escala temporal y
geográfica, aparece un análisis que incluye a
la campaña o zonas periféricas a la ciudad y
considera un lapso temporal más amplio para
pensar el hecho. Este cambio de escala
permite visualizar que las epidemias tenían
una sostenida frecuencia en la sociedad
porteña, así como también había una relación
ciudad-campaña muy fuerte. Este hecho no
fue desatendido por los especialistas, pero no
prima al momento de analizar las epidemias.
(Armus, 2005; Besio Moreno, 1940) Por lo
dicho, la huida de la ciudad aparece más
como una práctica habitual (e incluso
tradicional) frente a cualquier epidemia que
azotaba la ciudad, y no como un hecho
improvisado y espontáneo.
Este cambio de escalas puede pensarse en
cuanto al aspecto epistemológico, ya que
surge lo que Javier Gutiérrez Puebla
denomina dentro de las concepciones sobre
las escalas como “escala como tamaño” a la
“escala como relación” e incluso la “escala
como red”. Me refiero a que la concepción del
tipo de escala, que en el caso de los estudios
previos sobre la epidemia tuvo un predominio
en la escala como tamaño -y que me interesa
pensar en escalas como red o relación-, define epistemológicamente un tipo de
conocimiento, con problemas y discusiones
diferentes. La concepción de una escala como
red, en tanto significa desigualdad en la
penetración en un espacio dado, y la escala
como relación muestran que cuando se
cambia de escala, los elementos que se
contemplan pueden ser básicamente los
mismos, lo que cambia fundamentalmente
son las relaciones entre ellos y el modo en
que destaca el papel que juegan algunos de
esos elementos en las distintas escalas: lo
que se enfatiza a una escala puede no ser lo
que destaca a otra. (Gutiérrez Puebla, 2011)
En igual sentido, también a nivel tempora
Explicación: holaaa espero te ayude