• Asignatura: Filosofía
  • Autor: laverdebrayan
  • hace 7 años

Cómo se hace la filosofía

Respuestas

Respuesta dada por: angelromerorojas
2

Respuesta:

La disertación, el comentario y el diálogo

Explicación:

Respuesta dada por: angiekun228
2

Respuesta Este tema suele causar mucha curiosidad en los estudiantes, pero lo que queremos es que esa curiosidad vaya más allá.

Veamos algunos de los pasos que la misma filosofía nos ha sugerido:

a)  Aprendiendo a pensar por sí mismo

1- Comprender para criticar

2- Mantener una mente abierta

3- Auto-criticar

4- Saber cuáles son los enemigos del filosofar

La descripción de las actitudes propicias para la práctica de la filosofía nos permite señalar las actitudes que la perjudican seriamente: la sordera frente a lo ajeno; la actitud mental cerrada a examinar lo aparentemente evidente; la pereza para intentar comprender y para seguir pensando cuando se presentan dificultades que parecen irresolubles; obedecer al temor de ser criticado y corregido en la búsqueda de la verdad. Y también convertir las discusiones filosóficas en ocasiones para presumir de nuestra inteligencia dándole un tono pretencioso a nuestros ademanes y a nuestra manera de hablar.

b)  Aprendiendo a dudar de forma radical

Lo primero que hay que hacer es aprender en duda todo lo que hasta ahora sabemos y conocemos (lo que es para algunos filósofos poner entre paréntesis). La búsqueda de la certeza puede convertirnos en pensadores exigentes. La práctica de la filosofía implica una buena dosis de escepticismo. El que adopta una actitud escéptica (incrédula) es alguien que se mantiene despierto, examinando cuidadosamente el valor de cada pensamiento y argumento que se le ocurra o se le presente.

La duda es inseparable de la filosofía: el que filosofa no confía ciegamente en cualquier opinión y, sobre todo, duda de la propia.

La duda puede aumentar en intensidad y alcance, puede ser cada vez más radical. Si esto sucede, con cada nueva pregunta se ataca de manera más profunda la raíz de un asunto.

Aprender a dudar de lo más básico y obvio, hace parte del quehacer filosófico. Cuando ya dudamos incluso de nuestra propia existencia, llamamos a esta postura duda metafísica.

c)  Aprendiendo a preguntar de modo filosófico

Hay gente que pregunta por preguntar aunque las preguntas están mal elaboradas o no conduzcan a ninguna respuesta.

La pregunta filosófica generalmente obtiene varias respuestas y de esas respuestas surgen nuevas preguntas - incluso más certeras, más profundas- que dan origen a nuevos temas de discusión. Una especie de árbol que poco a poco va mostrando la majestuosidad y la importancia de cada una de sus partes (tronco y ramas).

Hay preguntas filosóficas clásicas que pueden servir como modelo para aprender a preguntar. Por ejemplo:

Ø  ¿Qué es la justicia?

Ø  ¿Qué es la ciencia?

Ø  ¿Qué es la felicidad?

En todos estos ejemplos se pregunta por la definición de un concepto básico. Son preguntas que tienen la forma: "¿Qué es X?". Esta es una forma típica de preguntar de modo filosófico.

No olvidemos que una buena pregunta vale tanto como una buena respuesta.

d)  Aprendiendo  a analizar una pregunta

Cuando se formula la pregunta, lo que normalmente queremos hacer es contestarla de inmediato. Esa tendencia es causa de muchos errores graves, pues muchas veces contestamos las preguntas que no son. Por esta razón es necesario analizar, en primer lugar, el sentido de las preguntas; esto es, comprender qué es lo que exactamente se está preguntando. Por ejemplo, recuerda lo que sucede cuando te han dicho que debías hacer una lectura para la clase y tú llegas sin haberla hecho. El profesor dice: "¿Alguien tiene preguntas?". Tú te quedas mudo escondiéndote detrás de un compañero y evitando la mirada del profesor, y si alguien pregunta, tú tampoco entiendes la respuesta, porque te falta entender el sentido real del problema. Algo por el estilo pasa con las doctrinas filosóficas cuando no se ha comprendido a qué preguntas se está dando respuesta.

e) Aprendiendo a leer filosofía

La filosofía nos invita a detenernos en el sentido de las ideas, pues lo que interesa es que nosotros también las pensemos. No se trata únicamente de entender y conocer los enunciados, sino de entender plenamente el sentido de las ideas filosóficas gracias a ellos.

De este modo podemos sacarnos de la cabeza la idea de que para poder hacer algo de filosofía es necesario leer un enorme volumen de textos filosóficos. Lo que debemos hacer es leer críticamente la cantidad que leamos, sea poca o mucha.

Nuestra actitud con una lectura filosófica debe ser combativa, pues la idea es interrogar al texto, llevarlo hasta sus últimas consecuencias. Metafóricamente, exprimirlo.

f)   Aprendiendo a discutir filosóficamente

Además de dialogar filosóficamente también se puede discutir filosóficamente y sin necesidad de pelea.

Preguntas similares