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Según van transcurriendo los días, los expertos aportan nuevos términos para ayudar a entender cómo se desarrolla el comportamiento del coronavirus. Primero se habló de la curva epidemiológica, así como la urgente necesidad de implementar estrategias, diseñadas para ralentizar su ascenso y no colapsar el sistema sanitario. Luego casi simultáneamente los expertos se referían al pico, término empleado para explicar que en un determinado momento se alcanzaría una cresta de casos positivos, a partir de la cual se proyectaba un descenso de este número de pacientes afectados por el COVID-19.
Después de estos dos momentos, comparando con la experiencia de países como Italia o China, los especialistas determinan que antes de iniciar una bajada, es posible que se transite por una meseta, haciendo referencia a un plano en la cima, que puede durar un periodo aproximado de 15 días en los que el virus seguirá creciendo, aunque a un ritmo más lento.
Esta metáfora, aunque no es precisamente un término médico, sirve como descripción gráfica de la tendencia de contagios. La recomendación de los investigadores, una vez que se alcanza esta etapa, es que el confinamiento no se levante; siendo lo más prudente esperar a que el número de contagios diarios sea realmente bajo para cambiar las medidas de inmovilización y el retorno progresivo a la normalidad. Indicando además que, es importante entender que cualquier acción que se adopte frente al coronavirus, arroja resultados a largo plazo, por tanto, se necesitan tomar medidas con mucha anticipación.