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En un artículo muy interesante publicado en “The Economist” titulado: “Water is a growing business problem”, se hace una reflexión muy interesante sobre el impacto presente y futuro de la disponibilidad de este líquido.
La falta del agua en la calidad y cantidad requerida, puede impactar fuertemente una amplia gama de sectores industriales y de servicios. Según un estudio realizado por CDP, que se refiere en el artículo; dos tercios de las mayores empresas encuestadas indican que este problema debe ser atendido a nivel comité de alta dirección, y que se puede convertir en una restricción para el crecimiento de la firmas.
El impacto del agua ya está presente hoy y empieza a limitar decisiones en plazos menores a 5 años. Por lo general, el suministro de agua era algo que muchas organizaciones consideraban irrestricto y ahora se torna una variable crítica a considerar.
La automotriz “General Motors” está solicitando a sus proveedores de componentes, reportar el riesgo de falta de agua que enfrentan, pero esta práctica no parece estar muy extendida en las industrias en general.
Algunas empresas han empezado a buscar formas de reducir su consumo de agua como medida para verse menos afectados, pero esto no ocurre en la mayoría de las industrias que dependen altamente del agua como las generadoras de energía.
El abuso y mal uso del agua está pasando factura a la sociedad en general, el crecimiento desordenado genera un alto desperdicio de este líquido y la llegada de regulaciones ambientales parece no ser la solución. Deberán ser las empresas a través de sus áreas de ingeniería y compras, las que ejerzan influencia sobre las cadenas de suministro y mediante acciones específicas contribuyan a garantizar su disponibilidad.
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