¿Cuál de los siguientes tipos de microorganismos es procarionte? A. Hongos. B. Bacterias. C. Protozoos. D. Microalgas
Respuestas
Respuesta:
bacteria
Explicación:
su ADN o material genetico se encuentra en el citoplasma
Respuesta:
La respuesta es la b)
Explicación:
La célula procariota o procarionte es el ejemplo más claro de célula anuclear; ¿qué quiere decir esto? Muy sencillo; la célula procariota, también llamada célula procarionte, carece de un núcleo definido, como sucede en otro tipo de células. Esto hace que su ADN se encuentre dentro de una parte llamada nucleoide. La inmensa mayoría, por no decir todos de los organismos procariotas son unicelulares, es decir, que la célula procariota es la única formadora de estos organismos. Las bacterias son un claro ejemplo de células procariotas.
Estructura de la célula procariota
La célula procariota tiene seis elementos fijos en su estructura y algunos más adicionales, que pueden formar parte o no de su estructura.
Membrana plasmática: Compuesta por proteínas, lípidos y glucolípidos, es la encargada de mantener el resto de los elementos celulares protegidos del exterior. Además, tiene la función de dejar entrar determinadas sustancias que la célula necesita para realizar sus funciones.
Pared celular: Esta parte de la célula procariota sirve para relacionarse con el medio exterior y también para mantener su estructura.
Citoplasma: El citoplasma de la célula procariota es una sustancia viscosa. En él podemos localizar sustancias nutrientes que han conseguido pasar a través de la membrana de la célula y han llegado hasta los orgánulos para proporcionarles lo que necesitan para ejercitar sus funciones.
Nucleoide: Las células procariotas carecen de un núcleo propiamente dicho. Lo que poseen es un nucleoide en el que se encuentra guardado el material genético.
Compartimentos: Estos compartimentos de la célula procariota tienen funciones específicas de cada célula, como por ejemplo, albergar los cloroplastos.
Orgánulos: La célula procariota no presenta demasiados orgánulos si se compara con la eucariota , no obstante, cada uno de ellos cumple una función esencial en el organismo. Entre ellos, los más relevantes son los ribosomas.
Los ribosomas de la célula procariota son una especie de gránulos que se encuentran flotando en el citoplasma y que contienen en su interior el ARN celular ribosómico. Además de esto, los ribosomas tienen la importante función de sintetizar las proteínas.
Algunas bacterias presentan una cubierta externa que les sirve para adherirse y protegerse, se denomina cápsula bacteriana.
Elementos adicionales
Algunos de los elementos adicionales que podemos encontrar se encuentran: flagelo, mesosomas…
Los mesosomas son una especie de dedos o prolongaciones que parten desde la membrana celular hacia el interior en forma de espiral. Su función es similar a las de las mitocondrias de las células eucariotas, es decir la respiración, gracias a la gran cantidad de corpúsculos respiratorios que se encuentran adheridos a ellos.
La célula procariota puede estar dotada de un flagelo, algo similar a un látigo, que efectúa un movimiento de «batido» para conferir movilidad a la célula.
Nutrición de la célula procariota
La célula procariota dispone de dos formas de alimentación, autótrofa y heterótrofa.
Alimentación autótrofa
Con este tipo de alimentación, la célula es capaz de nutrirse por sí misma:
Cuando lo hace utilizando luz solar recibe el nombre de fotosíntesis, ampliamente conocida por todos. La célula utiliza esta luz solar para convertir la materia inorgánica de su entorno en materia orgánica que va a utilizar para poder crecer y desarrollarse.
Cuando lo hace utilizando materia orgánica u oxidando la materia inorgánica como fuente de energía, recibe el nombre de quimiosíntesis.
Nutrición heterótrofa
El otro modo de alimentación es la alimentación heterótrofa. En estos casos la célula necesita de otro organismo al que parasita para poder alimentarse y vivir. Esos organismos pueden ser seres vivos en proceso de descomposición (la llamada nutrición saprófita), un organismo al que colonizan sin provocarle la muerte (nutrición parásita) y cuando se produce un «acuerdo» en la que parásito y parasitado salen beneficiados (nutrición simbiótica).