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Siete años de guerra
Hay que recuperar Silesia. Ese es el objetivo de Austria. Y esa es, al mismo tiempo, la excusa para emprender una guerra que enfrentó a las potencias europeas a nivel mundial, mucho antes de la I y II guerras con ese nombre. Siete años sí, para algunos se les haría mucho más largo ¿Hay que apoyar a Prusia? Muy bien, pues nosotros los ingleses la apoyamos, si así podemos fastidiar a Austria. Nosotros los franceses no vamos a ser menos: si podemos fastidiar a Inglaterra apoyaremos a Austria ¿Y España? Tú eres aliada de Francia, así que a luchar con nosotros ¡No quiero! Venga, va, te daremos Luisiana a cambio ¡Vale!
Aquí les tenemos. El general francés, Rohan seguramente, explica a su estado mayor el plan de ataque. Mientras, sus soldados preparan ya el enorme cañón de la 3111. Siempre me ha parecido un poco exagerado, pero toda arma es poca para combatir al enemigo ¡Estos rosbeef de la pérfida Albión! Están por todas partes: en el canal de la Mancha, en la India, en Norteamérica... No se acaban nunca. Ahí aparecen con sus casacas rojas ¡Estad alerta!
La guerra de los Siete Años se puede representar a la perfección con Playmobil sin hacer muchos retoques. Los uniformes franceses que aparecieron allá por 2002 son una maravilla por su realismo. Ya sea para capturar piratas en el Caribe o para hacer la revolución, desfilan con sus tricornios, fusil en mano, bayonetas caladas. También les veremos pactando con los indios iroqueses en el Canadá para combatir a los casacas rojas. En esta guerra que dura ya siete años toda ayuda viene bien ¿Pero luego les darán a los indios las armas prometidas?
Mientras tanto, en el campo británico, su general, quizá Jeffrey Amherst, indica sus posiciones a su estado mayor. I can see that, my lord! Tendremos a esos frogies come-caracoles en el punto de mira. Será una bonita batalla, como la caza del zorro, I supose! Los franceses son realmente molestos, I say. Quieren nuestros territorios de Canadá, nuestras conquistas en la India y controlar el Atlántico. Y empiezan a molestarnos por el Pacífico.
Bueno, ya lo han oído ustedes, caballeros ¡Al ataque! Hay que tomar la colina antes de las cinco para tomar el té. Sargento, que disparen el cañón de la 3795, by Jove! Es pequeño, I know it, más apropiado para disparar desde la muralla de una ciudadela y para eso fue diseñado. Pero Playmobil otorgó los cañones grandes a los nordistas y sudistas y nos falta un siglo, so bad luck! Cuidado con las balas, las de ese modelo se pierden con facilidad.
Y ahí marchan los casacas rojas, desde aquellos primeros 90 hasta los más recientes. Las botas son iguales, cosa que me llama la atención. Los tricornios hacen que podamos diferenciar dos cuerpos distintos de ese ejército.
Los valientes casacas rojas avanzan al sonido de flauta y tambor. Siempre disciplinados, ondeando la Union Jack (algún día conseguiré alguna, quizá la del 5140). Lucharán hasta el final en el barro, en los inhóspitos bosques y en el mar. Tiempo habrá de que los colonos de Norteamérica se rebelen,
Ingleses y franceses vamos a luchar en esta guerra los siete años que dure. Gracias a Playmobil por poder revivirla una y otra vez.
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