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1. Huevos y lácteos. Son una excelente fuente de proteína con un aporte mínimo de grasa, sobre todo cuando los lácteos son desgrasados. La principal ventaja de las proteínas y los lácteos es que, en líneas generales, se absorben con mayor rapidez y estimulan el crecimiento muscular, lo que facilita la pérdida de grasa.
2. Pescado. Además de su alto contenido de proteína y buena calidad, las variantes más oscuras contienen una cantidad importante de ácidos grasos Omega 3, EPA y DHA, los cuales ayudan a modular la inflamación generada por exceso de acúmulo de grasa en el cuerpo, así como contribuyen a mejorar la función de la hormona insulina.
3. Pollo, pavo y res. Estos tres alimentos son fuente de proteínas de alta calidad, ya que contienen los aminoácidos esenciales en cantidades suficientes y se absorben casi totalmente en nuestro organismo. Es clave en todo proceso de adelgazamiento mantener la cantidad de masa muscular y, para ello, no hay nada mejor que el aporte de buenas fuentes de proteína. Por otro lado, estos alimentos ayudan a generar saciedad y control del apetito. Sin embargo, hay que elegir bien los cortes a consumir para no generar un aporte elevado de grasa saturada presente en estas carnes.
4.Té verde. Las catequinas del té verde actúan como sustancias antioxidantes, lo que puede ayudar a reducir la inflamación producida por el exceso de tejido adiposo. Además, el té verde, así como el café, es lipolítico, por cuanto estimula la liberación de grasa desde las células adiposas. Si bien el té verde no es un “quemador de grasas”, puede contribuir a facilitar el proceso.
5. Frutos secos (pecanas, almendras, nueces). El gran contenido de ácidos grasos insaturados juega un rol importante en el mantenimiento de la salud cardiovascular, así como de la mejora de la respuesta de la insulina, hormona que en un estado alterado dificulta la pérdida de adiposidad. Además, ayudan mucho a controlar el apetito.
6. Aceite de oliva. Acompañando a las ensaladas, el aceite de oliva es un buen aliado para mejorar la salud cardiovascular y mantener en buen funcionamiento a un conjunto de hormonas, entre ellas, la insulina.
7. Leguminosas (frejoles, lentejas, pallares, garbanzos). Las leguminosas poseen un alto contenido de fibra insoluble en relación a su peso, lo que permite, por un lado, aportar en un volumen determinado menor cantidad de energía y, por otro lado, reducir la absorción de lípidos de la dieta y evitar elevaciones marcadas de la glucosa en sangre.
8. Avena. La avena es un cereal con un gran contenido de fibra tanto soluble como insoluble, en especial el β-glucano, que permite que la absorción de las grasas de la dieta se vea reducida, así como que la glucosa de los alimentos no genere picos muy elevados en nuestra sangre. A pesar de estos efectos benéficos, hay que recordar que la avena contiene una cantidad importante de carbohidratos, por lo cual hay que controlar su consumo.
9. Frutas y verduras. En general, las frutas contienen una cantidad importante de fibra insoluble y poco aporte energético, lo que las hace adecuadas para reducir la adiposidad corporal. Sin embargo, debido al contenido de carbohidratos en las frutas, no conviene abusar de ellas.
10. Tubérculos (papa y camote).Además de contenido de fibra, contienen un aporte relativamente bajo de carbohidratos y energía en función a su peso.
2. Pescado..
3. Pollo, pavo y res.
4.Té verde.
5. Frutos secos (pecanas, almendras, nueces).
6. Aceite de oliva.
7. Legumbres (frejoles, lentejas, pallares, garbanzos).
8. Avena.
9. Frutas y verduras.
10. Tubérculos (papa y camote).