Respuestas
La mayoría de los sismos son consecuencia de procesos geológicos naturales, como el movimiento y colisión entre placas tectónicas: las masas de corteza terrestre que flotan en el magma del interior del planeta, y que se mueven muy lentamente generando fricciones entre sí.
Sin embargo, fenómenos que inciden en la presión atmosférica como los ciclones intensos o las modificaciones en el régimen de lluvias, pueden ocasionar microsismos, detectables solo por los sismógrafos.
Al mismo tiempo, la mano humana puede ocasionar sismos inducidos mediante distintas técnicas de explotación de la corteza terrestre, como el fracking catalítico del petróleo, o como el enfriamiento de la corteza al verter agua fría en los yacimientos geotérmicos (en las plantas de generación de energía geotérmica).
Otro caso posible es la detonación subterránea de bombas atómicas, aunque realmente estos casos representan opciones más bien menores de sismo