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Eran las vacaciones de verano, mi familia y yo habíamos decidido pasar ese tiempo en la casa de mis abuelos que se ubicaba en un bosque.
Mi padre estaba conduciendo hacia el bosque y apenas entramos en el, un escalofrió corrió por mi cuerpo, no se porque pero este lugar me había generado un gran temor, posiblemente por los grandes árboles y por la falta de casas por los alrededores.
Finalmente, habíamos llegado a la casa de mis abuelos, mi padre aparcó el auto al lado de la casa y me dispuse a bajar del vehículo. La casa combinaba con el bosque ya que sentí un aura aterradora, voltee a ver a mi padre y le dije:
-Papá, por favor hay que irnos. Deseo volver a casa.
Sin embargo el fijo su mirada que se volvió molesta.
-¡Samuel! Como puedes ser tan ¿¡descortés!? Hemos viajado por horas para venir acá, además tus abuelos se pondrán tristes si nos vamos.
suspiré resignado mientras asentía y me dirigía al interior de la espeluznante casa. A simple vista se veía desarreglada aunque no le quitaba el toque hogareño, decidí pasear por el lugar hasta que mis abuelos aparecieron en mi campo de vista.
-Hola abuela, hola abuelo._corrí a darles un abrazo como saludo a lo cual ellos correspondieron.
-Hola cariño, ¿te has estado portado bien?._asentí a la pregunta de mi abuela.
-Claro abuela, siempre lo hago
-Samuel, ¿me podrías hacer un favor? Hay una pelota de futbolt en el sótano y quería que la trajeras para poder jugar tu padre, tu y yo un partido.
-Esta bien abuelo, voy.
Me dirigí por las habitaciones buscando el mencionado sótano, hasta que me encontré una antigua puerta de madera a lo que supuse que era la entrada hacia el sótano. Agarré el pomo y lo giré haciendo que esta se abriera para que me inmiscuyera en el interior.
Al llegar al suelo me encontré con demasiados objetos como, jarrones, cajas,libros y un montón de cosas que si las mencionara me demoraría demasiado, empecé a rebuscar para encontrar la pelota de mi abuelo pero me encontré una caja de madera con un extraño dibujo en la cubierta.
Decidí abrirla y lo primero que encontré fue un antiguo reloj en su interior que seguramente era de mi abuelo ya que parecía ser de su época, sin embargo no se movía a lo que decidí revisar el reloj para hacerlo funcionar, entonces halle una perilla en su costado y la giré hacia un lado.
Derrepente, una luz me rodeó y el reloj empezó a funcionar pero las manecillas giraban demasiado rápido. ¿Quién iba a pensar que me había metido en un lío solo por intentar buscar una pelota de futbolt?
Técnicamente nadie, ni yo, pero así inicio mi extraña aventura y aunque no sabía como iba a poder regresar a cuando todo era normal en mi vida, simplemente me digné a sonreír y esperar a ver lo que mundo me esperaba.
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Lo siento si es muy larga, intenté hacerlo corto pero simplemente no pude evitar que mi imaginación volara. Es una historia que he creado después de leer tu pregunta y aunque es muy larga espero que te sirva <3.