Respuestas
Respuesta:Al comienzo de su vasta y despareja obra fundamental,
titulada El hombre. Su naturaleza y su lugar en el mundo, Arnold Gehlen hace una observación importante sobre la imagen que los hombres se hacen de sí mismos y de su rango específico entre los demás seres. A la pregunta sobre el origen
del hombre se dan dos respuestas: «La primera hace que el
hombre provenga de Dios, la otra del animal. La primera no
es científica y la segunda, como veremos, es equívoca, precisamente desde el punto de vista científico. Por otra parte, es
curioso que ambos puntos de vista tengan un presupuesto
común, a saber: que el hombre no puede ser comprendido
desde sí mismo; que sólo puede describirse o interpretarse con categorías extrahumanas». O bien el hombre es una
criatura fabricada por Dios a su imagen y semejanza, es decir, un pariente divino aunque caído y por tanto meneste-
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roso, un sub-dios... o bien es un mono que ha evolucionado hasta alcanzar un éxito abrumador sobre el resto de sus
congéneres, un superanimal. Ambas perspectivas parten de
lo no humano para llegar a lo humano, sea sustrayendo o
añadiendo cualidades. Por lo visto, el hombre no puede ser
comprendido a partir de algún concepto o categoría que le
sea específicamente propio.
Explicación: