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no lo considero
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Mi abuela decía que había que comer de todo y con casi nada, hasta con las sobras, preparaba una barbaridad de platos diferentes, una copa de vino antes de comer y la carne para los domingos. Después, alguien dijo que el aceite de oliva, los potajes y el pan no eran saludables y la cocina se fue llenando de cosas nuevas y de productos que venían ya preparados, hasta que acabamos por no saber lo que estamos comiendo. Ahora la ciencia está demostrando los beneficios de aquella manera antigua y austera de comer, que no tuvieron más remedio que mantener los más pobres, y le llaman dieta mediterránea.
Nuestra vida cotidiana, las tradiciones y muchos de los elementos patrimoniales que conforman nuestra cultura encierran conocimientos adquiridos a lo largo de la historia, fruto de miles de horas de observación y de experimentación, que son los fundamentos de la ciencia, de probar y fracasar y volver a probar en un esfuerzo permanente por ir mejorado la vida, que luego se han ido transmitiendo de una generación a otra mediante la gastronomía, la elaboración de un buen vino, la jardinería..., pero también, como estos días podemos ver en Córdoba, en la exposición sobre La Ciencia en el mundo Andalusí , a través de la agricultura, la medicina o la arquitectura. No se trata de conservar por conservar, nada es definitivo, todo puede ser mejorado y debe estar permanentemente sujeto a revisión, pero para cambiar algo es necesario conocerlo y comprender su significado inicial. Hoy algunos, igual que antes fueron otros, llenos de arrogante ignorancia y desprecio por todo ese trabajo acumulado, proponen, o cuando pueden acometen, cambios con el único objetivo de la "modernización", mitificando lo nuevo y, ocultando o ignorando los verdaderos objetivos, pretenden destruir lo que les estorba con el único argumento de que es "antiguo".
Explicación: dame 5 estrellas y un gracias.