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En fotometría la energía lumínica es la fracción percibida de la energía transportada por la luz y que se manifiesta sobre la materia de distintas maneras, una de ellas es arrancar los electrones de los metales, puede comportarse como una onda o como si fuera materia, pero lo más normal es que se desplace como una onda e interactúe con la materia de forma material o física. La energía lumínica es de hecho una forma de energía electromagnética.
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Qué es la energía lumínica?
La energía lumínica o energía luminosa es la energía transportada y compuesta por las ondas de la luz. Por ende, para entender a qué nos referimos con eso, debemos primero saber a qué llamamos luz.
La luz es un tipo de radiación electromagnética, compuesta por partículas llamadas fotones. Se encuentra dentro de una franja del espectro electromagnético que nuestros ojos son capaces de detectar. O sea, la luz visible, que está entre las zonas infrarrojas y ultravioletas del espectro, que a su manera son luz también, sólo que en otra frecuencia y con otras características.
La luz se transmite a través de materiales o incluso en el vacío, ya que es una forma de radiación. Se comporta a la vez como materia y como un tipo de energía cinética, ya que está siempre en movimiento.
De ese modo, la energía lumínica es la cantidad de luz visible que se considere en una situación, teniendo cuidado de diferenciarla de la energía radiante, en donde se incluyen aquellas formas de luz imperceptibles, como los rayos X, por ejemplo.
La rama de la ciencia encargada de establecer estas distinciones es la fotometría.
Características de la energía lumínica
La energía lumínica se representa con el símbolo Qv. En física se expresa en lúmenes por segundo (lm.s), ya que se define como el flujo de luz por unidad de tiempo determinada (Qv = F . t).
Su interacción con los objetos se da en términos materiales, y depende siempre de las propiedades físico-químicas del objeto iluminado, así como de la orientación geométrica con que la luz lo impacte. Así, algunos objetos absorben la energía lumínica y otros la reflejan parcialmente, lo cual explica justamente la aparición de los colores que el ojo humano puede captar.
¿Cómo se obtiene la energía lumínica?
La energía lumínica puede obtenerse artificialmente a través de lámparas de diversos tipos.
La energía lumínica se obtiene siempre de la luz, ya que forma parte de ella, y por ende puede ser generada natural o artificialmente, a través de diversos medios.
Naturalmente, la energía lumínica es producto de cierto tipo de reacciones químicas exoenergéticas, o sea, que liberan energía, como las que tienen lugar dentro de las estrellas, como el Sol. De hecho, el Sol es nuestra gran fuente de energía lumínica cotidiana.
Artificialmente, puede generarse la energía lumínica a través de distintos mecanismos físico-químicos, como la combustión, o también mediante la transformación de la electricidad, tal y como hacemos a diario al encender un bombillo.
Ventajas y desventajas de la energía lumínica
Los paneles solares convierten la energía lumínica en electricidad.
La energía lumínica es particularmente necesaria, ya que nos permite ver y diferenciar la realidad a nuestro alrededor. Por otro lado, es posible darle usos prácticos a través de diversos mecanismos y tecnologías.
Por ejemplo, las células fotovoltaicas la convierten en electricidad al absorberla y la iluminación nocturna que utilizamos desde hace miles de años nos hace menos dependientes como especie del Sol. Más recientemente, el cine y la fotografía permitieron capturar la luz en sustancias fotosensibles.
En cuanto a las desventajas, la respuesta es dependiendo de para qué. La energía lumínica requiere siempre de una fuente de luz, de modo que no puede darse de manera espontánea. Por otro lado, se encuentra siempre en movimiento, así que no es posible almacenarla o transportarla. Sin embargo, estos son rasgos que comparte con muchas otras formas de energía.
Usos y aplicaciones de la energía lumínica
Artes como el cine y la fotografía dependen de la energía lumínica.
Algunos de los usos de la energía lumínica fueron mencionados antes, pero en líneas generales es útil para:
Mantener ambientes iluminados cuando ha caído el sol, o cuando la luz solar no tiene acceso a ellos, como sótanos, cavernas, etc.
Proyectar y capturar imágenes sobre películas y superficies sensibles, como en la fotografía, el cine o los video-beams.
A través de concentradores, puede emplearse esta energía para generar energía térmica, como en los paneles solares o en el clásico caso de quemar una hoja con una lupa.
Ejemplos de energía lumínica
El mayor ejemplo de energía lumínica del mundo está en el cielo: el Sol. Se trata de una enorme explosión nuclear continua en el espacio, cuyas reacciones producen calor, energía lumínica y muchas otras formas de radiación. Así, la energía lumínica del Sol alumbra el planeta y le brinda calor, lo cual es clave para la estabilidad climática y para la perpetuación de la vida.
Otros ejemplos posibles de energía lumínica los hallamos al encender una lámpara, una linterna, o cualquier artefacto semejante.